Por Javier Tovar
Los Angeles/AFP
Más de 41.000 indocumentados fueron arrestados en Estados Unidos en los 100 primeros días de gobierno del presidente Donald Trump, que llegó al poder con la promesa de endurecer la política migratoria de Estados Unidos.
Policía, fiscales y jueces han recibido la orden de tener una postura más dura con los inmigrantes irregulares, deteniendo a cualquiera que no posea papeles, incluso si ha estado en el país por décadas, y procesándolo con celeridad.
Y los arrestos incluso se multiplicaron en lugares que hasta entonces eran considerados «sensibles», como una iglesia o un tribunal, o en las llamadas ciudades santuario que los protegen.
Los números así lo muestran: entre el 22 de enero de 2017 -cuando Trump firmó, dos días después de la asunción del cargo, un decreto para endurecer la política migratoria- y el 29 de abril, ICE arrestó a 41.318 personas: unas 400 diarias.
En el mismo período de 2016 fueron 30.028, precisó ICE. El aumento es de 37,6%.
«Estas estadísticas reflejan el compromiso del presidente Trump de ejecutar nuestras leyes de migración de manera justa a lo largo de la frontera», destacó el director encargado de ICE, Thomas Homan, en un comunicado. ICE no respondió aún a un pedido de la AFP de un desglose de la nacionalidad de los detenidos.
Trump llegó al poder con la propuesta de deportar a los 11 millones de indocumentados, la mayoría de México, que viven en Estados Unidos y su gobierno ya dijo que no tendría problema en separar familias.
Con todo, hasta ahora no se han registrados deportaciones masivas e incluso la cifra de expulsiones disminuyó 12% interanual en el primer trimestre.
Pandilleros
Tres cuartas partes del total de arrestos en este período de 2017, son personas con récord criminal, 2.700 de ellos condenados por delitos como homicidio, violación, secuestro y asalto, según ICE.
«Los oficiales y agentes de ICE recibieron instrucciones claras para enfocarse en amenazas a la seguridad nacional, lo que resultó en un sustancial incremento de arrestos a indocumentados convictos», añadió Homan.
ICE precisó que las detenciones de indocumentados con récord criminal aumentó 20% en relación a 2016.
Entre las detenciones, la agencia migratoria destacó la de un salvadoreño miembro de la temida pandilla Mara Salvatrucha (MS-13) en Nueva York.
Esta banda, que tiene sus orígenes en la década de 1980 en Los Ángeles entre integrantes de la comunidad de inmigrantes centroamericanos, ha estado en la mira de Trump.
«La MS-13 se acabará en nuestras calles muy pronto, créanme», dijo el presidente durante un acto para homenajear a policías muertos en acción el lunes.
ICE encabezó la semana pasada un masivo operativo policial para capturar miembros de pandillas en todo el país, con 1.378 arrestos, 104 de la MS-13, responsable también de una oleada de violencia en Guatemala, Honduras y El Salvador.
Y el miércoles fueron arrestados 21 líderes de esta banda en Los Ángeles.
No todos son criminales
Pero no todos los presos tenían antecedentes, ICE contó 10.800 en estos 100 días de 2017, 6.600 más que el año pasado.
«A pesar del objetivo anunciado por el presidente de ir solamente tras los ‘bad hombres’, está apuntando a padres de familia que apenas intentan llevar comida a la mesa de sus familias», condenó Steven Choi, director ejecutivo de la ONG New York Immigration Coalition.
El secretario de Seguridad Nacional John Jelly dijo recientemente que las autoridades no harían excepciones con ningún inmigrante sin documentos, aunque el foco sean criminales.
«Estamos viendo como en nuestro en país está contra el terrorismo, pero este gobierno está sembrando terror» entre los inmigrantes, dijo a la AFP Luz Gallegos, directora de programas comunitarios del centro de asistencia legal TODEC, en Perris (California).
Esta organización, como muchas otras en Estados Unidos, ofrecen talleres sobre los derechos de los indocumentados y cómo deben actuar ante un oficial de ICE.
«Nos estamos preparando para lo peor, porque esto solo tiende a empeorar», añadió la activista.