Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
La laguna Cuzcachapa fue el sitio perfecto para que un grupo de jóvenes artistas presentaran su “performance”, relacionado con el rescate del medio ambiente, preservar el conocimiento ancestral de las semillas y cultivos nativos, y la transformación de la conciencia colectiva para la preservación del medio ambiente.
Canciones con contenido social, danzas ancestrales y malabarismo formaron parte de la propuesta de los Colectivos “Luna de Anatolia”, Títeres Tejiendo Hilos, y artistas independientes, quienes unieron sus esfuerzos en el “Festival Ambiental Cuzcachapa”, que acompañan: MI PROYECTO, UNES y otras organizaciones.
Rocío Velasco pertenece al Colectivo “Luna de Anatolia”, conformado por mujeres feministas que mantienen un enfoque integral en temas sensibles como el medio ambiente, los derechos humanos de las mujeres y la generación de conciencia social.
“Hemos compartido con amigas y amigos de grupos artísticos y de los movimientos sociales en el rescate y protección de la laguna Cuzcachapa, que creo imprescindible si cuidamos los bienes comunes, porque frente a una realidad de no tener agua, lo que ocurriría es, pues, nuestra muerte, o si acabamos con las abejas que polinizan la mayoría de las plantas, lo que tendríamos que enfrentar es la extinción de la humanidad y aunque la gente crea que esto queda alejado o que estos son ciclos de naturaleza, pues despertemos porque todo nos involucra y dejemos de pensar que somos una especie superior y que podemos aplastar a las demás especies”, expresó.
Sobre la conexión al arte y la protección del medio ambiente, Rocío señaló que el arte es la expresión del conocimiento del ser humano que toma de la naturaleza, como la reproducción del canto de las aves, el sonido del agua que cae o el canto de los grillos, que pueden ser convertidos en notas musicales.
“El arte siempre ha estado conectado a la naturaleza y las luchas sociales, porque somos personas que vivimos en sociedad y las cosas que afectan al entorno, nos van a afectar a todas y todos, no estamos aislados el arte expresa ideas, el arte despierta la conciencia”, indicó.
La Abuelita Cristal, en manos de la titiritera Gabriela Estefani Chávez, del Colectivo “Títeres Tejiendo Hilos”, toma vida y aconseja la protección de la Laguna Cuzcachapa, ubicada en el municipio de Chalchuapa, Santa Ana.
Tejiendo Hilos tiene cinco años en el manejo de títeres en Guatemala, bajo la tutela del titiritero Salvador Solís, fallecido en 2015. Esta joven busca llevar un mensaje conciliador con la población para evitar contaminación y la amenaza que implica.
“Títeres Tejiendo Hilos nació luego de una búsqueda de un trabajo intensivo en las puestas en escenas y la construcción de los títeres como la Abuelita Cristal, que toca muchos temas de interés social.
El diábolo, juguete esencial del malabarista, luce impecable en sus giros y los platillos chinos que frágiles se mantienen en movimiento en una delgada vara que los equilibran las manos de Marco Paiz, estudiante de periodismo de la Universidad de El Salvador (UES), que ha decidido apoyar los esfuerzos por el rescate de la Laguna Cuzcachapa.
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