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Por: Iván Escobar
Colaborador
El Salvador tiene un gran respeto y admiración por la canción latinoamericana, y en particular por uno de sus mayores exponentes en más de 40 años, como es la agrupación de origen venezolano, “Los Guaraguao”, que recientemente perdió a uno de sus miembros, se trata de Luis Suárez.
El cuarteto latinoamericano, voz musical de América Latina contra la explotación, voz de denuncia, voz de inspiración y acompañamiento a las grandes luchas populares, es apreciado por los artistas salvadoreños, quienes desde el momento de la noticia, el pasado 21 de mayo del presente año, sobre el fallecimiento de Suárez, la tristeza les ha embargado por lo que han expresado diversas muestras de solidaridad y duelo a la agrupación, a la familia del artista y a su tierra.
El cuarteto fue fundado por: Eduardo Martínez (solista y cuatro), Jesús Cordero (bajo) y José Manuel Guerra (batería). En 1973 el mundo escuchó su canto, que hoy es una interpretación tan vigente: “Casas de cartón” del compositor Alí Primera, quien falleciera en 1985, y que dejó gran parte del repertorio musical del grupo.
En El Salvador, Los Guaraguao han sido solidarios siempre. Han estado presentes en las luchas populares de la nación salvadoreña, en los triunfos y en las tristezas, por ello su amistad y cariño está presente entre las y los artistas salvadoreños, que hoy lamentan su muerte, pero están conscientes que su aporte musical para América Latina es grande y valioso.
Manuel Fernández, poeta, miembro de la Asociación de Arte y Cultura para el Desarrollo Social (As-ARTE), opinó que “la separación física de Luis sigue conformando de a poco esa constelación de grandes pensadores, compositores, inconformes y militantes de una causa que se resiste a un sistema inhumano y devastador”.
Además, subrayó que Suárez “se une a su gran camarada, Alí Primera, junto a Violeta Parra, Víctor Jara y otros que nos han dejado un gran legado y escuela de cómo a través de la música podemos transformar el pensamiento. Se nos separó Luis, obtuvo “los cuatro metros de tierra liberada” y con esa partida nos deja un legado, un grito que sigue pidiendo justicia, una consigna que junto al “Cristo del pueblo” sabemos que “no basta rezar”, hoy, al momento de su partida aún “hacen falta muchas cosas para conseguir la paz”. Nos queda la voz, la memoria y el canto que en nuestra América es urgente seguir siendo un canto inconforme ante la injusticia y la opresión contra los más empobrecidos”.
Fernández añadió que “hoy, desde todo el continente cumplimos ese deseo del admirador de Mons. Romero y Anastacio Aquino: “Pido que mis camaradas me despidan con canciones, Flores rojas, puño en alto. Y me prometan seguir luchando por la alborada que también es camarada”.
Paty Silva, artista salvadoreña, compartió que Suárez dejó un amplio legado artístico junto a su agrupación. “Luis Suárez fue la voz icónica del Grupo Guaraguao, los que tenemos la memoria viva del canto unido a las luchas sociales en nuestra América Latina guerrera, creativa, potente y resiliente, nos sigue y seguirá sonando por siempre la voz de Luis Suárez”.
“Venezolano de hueso duro, amó siempre a su patria y fue solidario y fraternal, hermanazo de los pueblos del continente y sus luchas… él con su cuatro, eso es TODO, y no se necesita nada más, ese fue Luis, gran pérdida para el canto latinoamericano, pero su aporte queda en nuestra mente y sobre todo en nuestro corazón”, concluyó.
“Se ha marchado el hermano, el amigo y compañero, un verdadero precursor del intelecto musical con proyección liberadora, con una conciencia exquisita, no cualquier ser humano asume un compromiso de esa categoría. Esperamos que su espíritu se mantenga en cada uno de nosotros para que siga titilando en nuestros corazones y que nunca muera su talante”, expresó el cantautor y fundador del grupo salvadoreño, YULCUICAT (canto del corazón), Carlos Ochoa.
El pintor y gestor cultural Rafael Moreira, señaló que “la muerte de Luis Suárez representa para nuestra generación una pérdida histórica de aquel que sin dudarlo tocaba y cantaba el Sombrero Azul en las plazas y estadios de nuestra tierra”.
Y afirmó que entre “los nombres desconocidos de los Guaraguao, muchos de mi generación crecimos escuchando a dicho grupo. La juventud fue la época en donde sus letras motivaban el rumbo de rebeldía estudiantil. Hasta la victoria siempre, camarada… Aquí seguiremos cantando tus victorias”, concluyó Moreira.
La triste noticia
La agrupación venezolana se fundó en los 70´s y su trayectoria con el tiempo se extendió en todas las naciones de América Latina, se cantó su himno en muchos movimientos sociales, y en El Salvador como ya decíamos, estuvo acompañando la lucha popular y la denuncia de las clases oprimidas por la dictadura militar. Hoy siguen su paso sin uno de los grandes, pero con la fuerza de los que han partido.
“Casa de Cartón”, “Sombrero Azul”, “Que vivan los Estudiantes” y más fueron interpretaciones que estuvieron presentes en las juventudes de los 70´s, 80´s, y en la actualidad la agrupación es un referente del canto popular, por ello la triste noticia dada a conocer el pasado 21 de mayo, por el Ernesto Villegas, ministro del Poder Popular para la Cultura de Venezuela, hizo en una red social, sorprendió a muchos, los salvadoreños de izquierda lloran su muerte, pero también recuerdan que su aporte a la música latinoamericana estará presente por siempre.
Las expresiones de solidaridad y dolor se expresaron de inmediato en las redes sociales, y recordaron con imágenes, canciones, frases, carteles, conciertos, y más al artista, al revolucionario de la música que ha partido. “Hasta siempre camarada Luis Suárez!!!”, y recuerdan que “…los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos”, son algunas de las consignas que hoy se expresan.
