Beirut/AFP
El presidente Bashar al Asad dijo que recibe «información» sobre los ataques aéreos de la coalición internacional contra el grupo Estado Islámico (EI) en Siria, pills y afirmó que estos podrían ayudar a su gobierno si fueran «más serios».
En una entrevista con la BBC publicada este martes, tadalafil el presidente sirio desmintió que su ejército esté usando barriles de explosivos, view que han matado a miles de civiles en las zonas rebeldes.
«A veces envían un mensaje, un mensaje general», dijo Asad en una entrevista con la BBC en Damasco, refiriéndose a la alianza liderada por Estados Unidos, que desde el 23 de septiembre bombardea por aire al grupo Estado Islámico en territorio sirio.
«No hay diálogo. Digamos que hay información, pero no diálogo», explicó.
«No hay una cooperación directa», añadió, precisando que la información le llega al gobierno sirio por terceras partes.
Damasco aceptó a regañadientes la campaña de ataques aéreos contra el Estado Islámico (EI) iniciada en septiembre en su territorio, y ha criticado en muchas ocasiones a la coalición liderada por Estados Unidos por no coordinarse con el gobierno sirio.
Según el ejecutivo, los ataques aéreos no pueden derrotar al grupo yihadista mientras la comunidad internacional no coopere con las tropas sirias.
Asad dijo que los ataques aéreos podrían ayudar a su gobierno, pero lamentó que de momento estos no hayan sido lo suficientemente «serios».
Dicha campaña aérea «tendrá algunos beneficios, pero si es más seria, más eficaz y más eficiente».
Según varios analistas, la campaña aérea contra el EI le ha permitido al gobierno sirio concentrarse en otros grupos rebeldes.
Varios líderes opositores han acusado precisamente a Washington de abandonarlos, y de dedicarse sólo a atacar a los yihadistas pero no a las fuerzas de Asad.
Una gran parte del territorio escapa al poder en Siria, donde la emergencia del EI desde 2013 ha eclipsado la guerra entre rebeldes sirios moderados y el gobierno, que el próximo 11 de marzo entrará en su quinto año.
En la entrevista a la BBC, Asad descartó unirse a la coalición contra la organización Estado Islámico.
«Definitivamente, no podemos, ni tenemos la voluntad ni queremos, por una simple razón: no queremos estar en alianza con países que apoyan el terrorismo», dijo.
El comentario parece ser una referencia al apoyo de la coalición a otros grupos rebeldes, que luchan por derrocar a Asad, y que el gobierno sirio califica de «terroristas».
El presidente señaló que las autoridades norteamericanas «pisotean con toda naturalidad la legislación internacional, que ahora concierne a nuestra soberanía. Así que ellos no hablan con nosotros ni nosotros con ellos».
10 millones de desplazados
Desde el inicio del conflicto sirio en marzo de 2011, han muerto más de 210.000 personas. El conflicto ha provocado el desplazamiento de 10 millones de personas, de las cuales cuatro millones se han refugiado en el extranjero.
Los grupos de defensa de derechos humanos acusan al ejército sirio de matar a civiles indiscriminadamente en sus ataques aéreos, empleando barriles cargados de explosivos.
Asad negó que su ejército esté lanzando esos barriles de explosivos y metralla, largados por helicópteros y devastadores para la población civil.
«Yo no he oído que el ejército esté usando barriles, u ollas a presión», añadió el presidente, sonriendo al final de la frase.
«Tenemos bombas, misiles y balas». «No hay armas indiscriminadas. Cuando disparas, apuntas (…) a los terroristas para proteger a civiles», explicó.
Asad negó también que su gobierno usara armas químicas contra la población civil en agosto de 2013, en un ataque a las afueras de Damasco donde murieron 1.400 personas.
«¿Quién verificó quién lanzó ese gas a quién?», se preguntó.
El presidente negó categóricamente que su gobierno fuera responsable de ese ataque, y calificó de «exagerado» el balance de muertos.
También desmintió el uso por parte del gobierno de clorina, otra acusación recurrente desde que Siria renunció a su arsenal químico en virtud de un acuerdo en 2013.