Página de inicio » Opiniones » Asamblea Constituyente, reelección, insurrección, Martinato: 1931-1944

Asamblea Constituyente, reelección, insurrección, Martinato: 1931-1944

César Ramírez
@caralvasalvador

De aquella historia hemos anotado: el Golpe de Estado por el General Martínez contra el presidente Arturo Araujo 2 de diciembre de 1931, no olvidar la matanza étnica de 1932; su administración concluiría en 1935, pero tomó licencia 6 meses antes y se reeligió, al final de su período 1939 se aferró al poder.

El Dr. Rafael Antonio Carvallo del documento: Recordando aquella Corte Suprema de Justicia, Apuntes para la Historia… “Mientras tanto, la maquinaria oficial continuaba trabajando activamente en el proyecto de reelección y, para intimidar a la ciudadanía, en enero de 1939, surgieron las capturas de nacionalistas…”

“La Constitución de aquel año iba a ser promulgada el 20 de enero (1939). Pero la oposición, aunque el Estado de Sitio era permanente y había censura de prensa, no perdía ocasión para publicar manifiestos subrepticios de protesta, exponiéndose así a mayores represalias. Pretendiendo resolver el grave problema constitucional, a que el gobierno se veía enfrenado, se promulgó la ya mencionada (Asamblea) Constituyente en 1939, con diputados hechos a la medida. (En defensa de la Patria Historia del Conflicto Armado en El Salvador 1980-1992 General Humberto Corado Figueroa – 2008 pág 107-108)

“La Asamblea Constituyente de 1939 en su artículo 91 proclamaba: “Excepcionalmente y por exigirlo así los intereses nacionales, el ciudadano que habrá de ejercer la Presidencia de la República del primero de marzo del corriente año hasta el primero de enero de 1945, según esta constitución, será electo por los diputados a la Asamblea Nacional Constituyente, sin que por esta única vez tenga aplicación las incapacidades a que se refiere el artículo noventa y cuatro” (Idem pág 108)

“… el plazo auto concedido por el mandatario, para que expirara el nuevo período de gobierno, o sea el primero de enero de 1945, estaba a menos de un año y por eso la maquinaria oficial, queriendo preverlo todo, se adelantó al acontecimiento. El 24 de febrero de 1944, decretó una serie de reformas a la Constitución de 1939. Entre éstas la principal fue la de que correspondía a los diputados de la Asamblea Constituyente designar al ciudadano que ejercería la presidencia de la República desde el primero de marzo de aquel año hasta el 31 de diciembre de 1949… (pág. 108)

En ese clima inconstitucional de 13 años de dictadura, se precipita la insurrección de oficiales del Estado Mayor del Martinato, pero fracasa…

Sobre ese acontecimiento La Corte Suprema de Justicia en: Marco Historia/ Corte frente a la dictadura -reseña-: “La insurrección fue sofocada y prosiguió una etapa de terror en la cual fueron fusilados once oficiales del ejército y un civil, en tanto que más de veinte ciudadanos, entre civiles y militares, recibieron sentencias de muerte. Algunos esperaban el suplicio en tanto que otros huían. La huelga de Brazos Caídos de mayo, en la cual se involucraron estudiantes universitarios y buena parte de las fuerzas vivas de la nación, provocó finalmente la caída del dictador, quien renunció a la Presidencia el 9 de mayo de 1944”.

“Recibió el mando el General Andrés Ignacio Menéndez, designado a la presidencia, en cuyo gobierno el pueblo puso grandes esperanzas. El General Menéndez decretó la amnistía y dio muestras de encaminar al país por la vía democrática. Sin embargo, los otros dos poderes del Estado la Asamblea Legislativa y la Corte Suprema de Justicia seguían en manos de personas de pasado martinista en su mayoría. La tensión social no terminaba y un día en tiempos del General Andrés I. Menéndez: “Un numeroso grupo de abogados irrumpió en las oficinas que entonces tenía el Tribunal Supremo en el costado sur del Palacio Nacional, para recriminar a los señores magistrados por su obediencia servil a la dictadura martinista, al no tramitar centenares de recursos de exhibición personal solicitados a favor de personas desafectas al régimen, que guardaban prisión injustamente”. (https://www.csj.gob.sv/marco-historico/corte-frente-a-la-dictadura/)

La Corte en ese momento había sido nombra el 12 de marzo de 1942, la demanda popular provocó la renuncia de esa Corte, de esa forma se designaron nuevos magistrados. (Decreto N° 44 de 26 de mayo de 1944)

El ambiente político se agitaba cada vez más. El pueblo se manifestaba a favor del médico Arturo Romero, a quien llamaban “El Hombre Símbolo de la Revolución”, por haber sido uno de los líderes civiles del alzamiento del 2 de abril. En vista de que el Dr. Romero se ausentó del país para tratarse en Estados Unidos las heridas recibidas, elementos romeristas o no, radicalizados, divulgaron consignas e ideas revolucionarias que preocupaban profundamente a los militares y elementos muy conservadores. Ante aquellas tensiones y confrontaciones no faltaban deseos golpistas contra el General Menéndez. Dice al respecto el citado Dr. Carballo:

“La situación que se vivía entonces condujo a que el 4 de julio (de 1944) se reunieran en Casa Presidencial, quizá más de doscientos militares uniformados, con la presencia del Gabinete de Gobierno y también de la Corte Suprema de Justicia y muchos ciudadanos particulares para discutir la situación política que vivía la República. En el fondo era una confrontación que casi amenazaba con un golpe de Estado. El motivo principal era que se hacía necesario decretar una nueva Constitución para resolver el vacío existente, provocado por los Estatutos martinistas que regían sólo de hecho, y dado su origen viciado e ilegítimo, eran repudiados por el pueblo. Pero esta idea de decretar una nueva Constitución inquietaba al Ejército, el que acaso podría pensar que ello amenazaba con cambios muy desfavorables para la institución armada”.

Surgió entonces una propuesta conciliadora que partió de la Corte Suprema de Justicia. En vez de promover una nueva Constitución, la Corte propuso restaurar la de 1886 dejando sin efecto las viciadas Constituciones de Martínez.  Esta resolución se conoció como «Decreto de los Tres Poderes», el cual fue dictado el 11 de julio de 1944.

amazon.com/author/csarcaralv

Bibliografía 

Rafael Antonio Carvallo del documento: Recordando aquella Corte Suprema de Justicia, Apuntes para la Historia

En defensa de la Patria Historia del Conflicto Armado en El Salvador 1980-1992 / General Humberto Corado Figueroa – 2008

Historia de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador/ Gilberto Aguilar Avilés, 1a. Ed.- San Salvador, El Salvador

https://www.csj.gob.sv/marco-historico/corte-frente-a-la-dictadura/

Ver también

Una breve reflexión sobre el sistema carcelario en El Salvador

Lourdes Argueta Abogada “Se dice que no se conoce un país realmente hasta que se …