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Pese a que el actual fiscal general de la República cuenta con el apoyo de la Embajada de los Estados Unidos y de una parte del partido ARENA, el resto de las fracciones legislativas deben obviar esas presiones y elegir a un nuevo fiscal que cumpla con las necesidades del país, pero sobre todo la ley.
El actual fiscal, y así lo dicen dos encuestas de universidades prestigiosas, ha cargado los dados en sus investigaciones. Lo cual ya es grave. Pero no solo eso, sino que ha llevado dos juicios paralelos. El legal y el mediático.
El nuevo o la nueva fiscal no debe apostarle a ganar los casos mediáticamente primero, sino, en los tribunales. Es más, el caso debe estar sustentado con pruebas, y no con la ayuda de mafiosos como los “testigos criteriados”.
El actual fiscal general hizo uso recurrente de la televisión y de los testigos criteriados para acusar a un sospechoso. Porque su estrategia ha sido la condena pública y luego la condena judicial, hasta donde sea posible.
No es lo mismo decir “aquí están las pruebas de que X persona es culpable” a decir “creo que es culpable ‘porque lo dice un criteriado’ o porque el sospechoso ‘tiene cara de delincuente’”.
Creemos que la Fiscalía General de la República debe recuperar la seriedad y el respeto que la sociedad debe otorgarle, y eso solo se logrará con un funcionario bien formado, serio y con el compromiso de hacer cumplir la ley y no ganarse la confianza de grupos.
Entre las muchas críticas que al actual fiscal hay que hacerle, además de su abuso mediático, es que hubo una gran cantidad de casos que pese a estar bien documentados obvió investigarlos, para no afectar a ARENA.
La prueba de esta afirmación son los 160 casos que el exministro de Obras Públicas Gerson Martínez presentó ante la Fiscalía, y todos están engavetados. Por estas razones, la Asamblea debe elegir un nuevo o nueva fiscal con un perfil diferente al actual.
