Por Sofia Miselem
Cancún/AFP
La 47ª Asamblea General de la OEA concluyó el miércoles en el balneario mexicano de Cancún sin que los críticos del gobierno de Nicolás Maduro consiguieran aprobar una resolución sobre la crisis en Venezuela, lo que desató protestas de opositores venezolanos que interrumpieron la sesión.
Estados Unidos y otras delegaciones, incluida la del anfitrión México, promovían la creación del denominado «grupo de contacto» para mediar en una eventual negociación entre el gobierno y la oposición en Venezuela.
La opción era incluir este «grupo de contacto» en una resolución relativa a derechos humanos o presentarla de forma individual ante la Asamblea, pero por cuestiones de procedimiento y falta de consenso tuvo que ser retirada.
El canciller mexicano Luis Videgaray, quien presidió la Asamblea, rechazó en conferencia de prensa que se tratara de un fracaso pues 20 países del organismo reclamaron al gobierno de Venezuela «que considere la ruta que ha tomado, que libere a los presos políticos, que respete el calendario electoral, el equilibrio de poderes».
El lunes, 20 países respaldaron en una denominada «sesión de consulta» al margen de la Asamblea un proyecto de resolución que contemplaba el «grupo de contacto», pero requería 23 votos de 34 naciones.
Los votos no se consiguieron, reconoció Videgaray, porque países del Caribe, que reciben petróleo venezolano en condiciones preferenciales, cambiaron su voto de último momento.
De haberse planteado en la Asamblea General en el resolutivo de derechos humanos, hubieran bastado 18 votos pues las decisiones se toman por mayoría simple pero tampoco hubo consenso.
La opción para seguir abordando el caso Venezuela es la «sesión de consulta» de cancilleres, dijo Videgaray, que se mantiene abierta de manera indefinida, aunque no existe fecha ni lugar tentativo para que se realice.
Despedida venezolana
La representante venezolana Delcy Rodríguez calificó de «espectáculo bochornoso» la protesta de los opositores, a los que describió como «fanáticos intolerantes».
Rodríguez habló como excanciller en la sesión final de la Asamblea pues poco antes Maduro anunció que Samuel Moncada, representante venezolano ante la OEA, es el nuevo ministro del Exterior.
Maduro dijo en Caracas que designó a Moncada «para mantener el combate por la verdad de nuestra patria» frente a lo que denuncia como una campaña impulsada por Estados Unidos contra su gobierno en la OEA.
«Me aparto de mis responsabilidades de canciller y por amor a Venezuela me incorporo a los trabajos de la Asamblea Nacional Constituyente», dijo Rodríguez antes de retirarse del salón.
Videgaray, quien moderó las sesiones y tuvo evidentes roces con Rodríguez, se despidió de ella con tono irónico en plena Asamblea: «Gracias canciller, que le vaya bien».
Esta fue la última Asamblea General de Venezuela pues en abril Maduro determinó, ante los intentos de los cancilleres de adoptar una resolución, iniciar el proceso de salida de la OEA, que demanda dos años.
La 58 Asamblea General se realizará en Washington, sede de la OEA.