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La Asamblea Legislativa podría discutir este miércoles, clinic el despliegue del ejército en el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS), para combatir a las violentas pandillas, reveló una fuente política, mientras el gobierno alista pelotones de ex integrantes de batallones antiterroristas para combatir a esos grupos delictivos, que desde el lunes impusieron un boicot nacional de transporte.
Además de la movilización del ejército, en el paquete oficial, que sería presentado hoy al congreso por representantes del gobierno, durante la Sesión Plenaria estaría incluida la aprobación de recursos económicos con los mismos fines, explicó la fuente.
La fuente, que pidió reserva de su nombre, explicó a Diario Co Latino que el acuerdo de desplegar al ejército en el AMSS y el desembolso de los recursos económicos, fue tomado la víspera en la sede de Casa Presidencial durante una reunión entre el Gabinete de Seguridad del gobierno y jefes de los partidos políticos salvadoreños, incluidos los de la opositora ARENA.
De ser aprobado por los parlamentarios, el Decreto buscaría que el ejército se sume al combate directo de las pandillas o “maras”, tarea asignada por ley a la Policía Nacional Civil (PNC), detalló la fuente.
El AMSS comprende, entre otras, las ciudades de Apopa, Mejicanos (norte) Ilopango, Soyapango, San Martín (oriente) y San Marcos (sur), principales bastiones de las pandillas en San Salvador.
Las pandillas o “maras” impusieron desde el lunes un sabotaje al transporte, que ha afectado de manera parcial la movilización de miles de salvadoreños, quienes han buscado otros medios de transporte, como camiones, pick up o, incluso, a pie, para movilizarse a sus trabajos, principalmente en aquellas zonas asediadas por esos grupos delictivos.
El gobierno, por su parte, impulsa desde la tarde del lunes, un “Plan Contingencial” que ha incluido, además del reforzamiento de la Seguridad Pública a nivel nacional, con patrullajes de tanquetas del ejército, la incorporación de unidades del transporte estatal para movilizar a cientos de salvadoreños afectados por la medida de esos grupos delictivos.
La FER
El gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén prepara también desde abril a tres batallones especiales, de 200 hombres cada uno, conocida como unidad de Fuerzas Especiales de Reacción (FER), que serán lanzados para combatir a las pandillas que, desde hace varios años, extorsionan a la población y que en lo que va de 2015, han asesinado a unos 40 policías y soldados.
Los miembros de la FER fueron escogidos de las filas de batallones antiterroristas que participaron en la pasada guerra civil (1980-1992) y están especializados en disparar con rapidez y precisión en forma discriminada y con capacidad de actuar en cualquier terreno, publicó la AFP.
“Estamos listos las 24 horas del día. Estamos todo el tiempo preparados”, aseguró el comandante de las FER quien, al igual que el resto de integrantes de la nueva unidad militar salvadoreña, no da su nombre ni expone su rostro en público.
La FER, que reciben entrenamiento en la Base Aérea de Ilopango, en el oriente de San Salvador, fueron creadas desde abril pasado por orden del presidente Sánchez Cerén para combatir a las violentas pandillas, detalla la emisora hondureña en su información.
Políticos opinan
El General en retiro y ahora diputado por ARENA, Mauricio Ernesto Vargas, reconoció que con el boicot al transporte impuesto por los pandilleros en El Salvador, “hemos entrado en la etapa de una violencia terrorista”.
“Se ha dejado la violencia criminal, estamos en una mutación”, razonó el parlamentario, uno de los firmantes de los Acuerdos de Paz de 1992, que pusieron fin a 12 años de guerra civil en este país centroamericano.
El también coronel en retiro y ahora legislador por el Partido de Concertación Nacional (PCN), Antonio Almendariz, advirtió que los pandilleros salvadoreños “están haciendo una demostración de fuerza” al gobierno del FMLN con el paro de transporte que han impuesto.
No obstante, calificó la acción de esos grupos delictivos como “actos terroristas” y recomendó al gobierno combatir a las pandillas, “no como lo está haciendo, como delincuencia común”, sino, “como una delincuencia terrorista”.