GINEBRA/Xinhua
La 76ª Asamblea Mundial de la Salud (AMS), el máximo órgano de decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS), decidió este lunes no incluir en su agenda una propuesta sobre la participación de Taiwán como observador en la AMS.
Actualmente, la seguridad sanitaria global plantea retos significativos, por lo que la mayoría de Estados miembros aspiran a una mayor solidaridad y cooperación para afrontar estos desafíos. Las autoridades del Partido Progresista Democrático (DPP, siglas en inglés) de Taiwán han ido en contra de esta tendencia insistiendo en las propuestas relacionadas con Taiwán, un complot político para realizar las actividades separatistas dirigidas a la “independencia de Taiwán” a través de exagerar su participación en la AMS.
Chen Xu, representante permanente de China ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, dijo en un comunicado que solo existe una sola China en el mundo y que Taiwán es una parte inalienable del territorio de China. La participación de Taiwán en las actividades de la OMS debe llevarse a cabo bajo el principio de una sola China.
Las autoridades del DPP rechazan reconocer que ambas orillas del estrecho de Taiwán pertenecen a una China, abandonando unilateralmente el fundamento político que permite a la región de Taiwán participar en la AMS, expresó Chen.
Las autoridades del DPP exageraron una supuesta “brecha de prevención de epidemias internacionales”. Pero no mencionaron que, bajo el principio de una sola China, los expertos médicos de la región de Taiwán pueden participar en las actividades técnicas de la OMS, constató Chen. Añadió que la región de Taiwán puede establecer y operar de manera efectiva los puntos de contacto para el Reglamento Sanitario Internacional bajo el principio de una sola China.
Chen manifestó que las acciones emprendidas por las autoridades del DPP están dirigidas a crear “dos Chinas”.
Chen destacó que, antes de inaugurarse la AMS, cerca de 140 países dejaron clara a China su posición de adherirse al principio de una sola China y oponerse a la participación de Taiwán en la AMS. Casi cien países, además, escribieron específicamente al director general de la OMS o emitieron comunicados públicos sobre esta cuestión.
Esto demuestra que “una causa justa cuenta con un respaldo abundante, mientras que otra injusta apenas lo tiene”, reflexionó Chen. Cualquier intento de perseguir la “independencia de Taiwán”, bajo el pretexto de la pandemia de COVID-19, está condenado al fracaso.