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Brasilia/Prensa Latina
A 83 ascendió la cifra de muertos por los temporales que golpean el estado brasileño Río Grande do Sur desde el 29 de abril, según un informe publicado hoy por la Defensa Civil de la división territorial.
También están bajo investigación otros cuatro fallecimientos y se notificaron hasta la fecha 111 desaparecidos y 276 heridos.
La nota de la Defensa Civil indica asimismo que hay 141,3 mil personas fuera de casa, siendo 19,3 mil en abrigos y 121,9 mil desplazadas (en moradas de familiares o amigos).
En total, 345 de los 496 municipios registraron algún tipo de problema, afectando a 850 mil personas.
La previsión de lluvia a partir de la mitad de esta semana en áreas castigadas por el mal tiempo vuelve a poner el estado en situación de alerta.
De acuerdo con la empresa Climatempo Meteorología, el avance de un nuevo frente frío provoca una crecida en las condiciones de fuertes lluvias y la posibilidad de que este aumento dificulte los rescates.
El nivel del río Guaíba, en Porto Alegre, capital estadual, está casi 2,30 metros por encima de la cota de inundación.
La medición realizada a las 05:15 hora local de este lunes arrojó que el agua estaba en 5,26 metros. El límite para la crecida es de tres metros.
El Gobierno estadual decretó estado de calamidad pública, medida reconocida por la administración federal.
Con lo anterior, el estado es capaz de solicitar recursos federales para acciones de la Defensa Civil, como asistencia humanitaria, reconstrucción de infraestructuras y restablecimiento de servicios esenciales.
La Defensa Civil colocó la mayor parte de las cuencas hidrográficas del territorio con riesgo de elevación de las aguas por encima de la cota de desbordamiento.
Meteorólogos afirman que los temporales que ocurren en Rio Grande do Sul son reflejo de al menos tres fenómenos que ocurren en la región, agravados por el cambio climático. En las próximas 24 horas se pronostican más precipitaciones.
El desastre está asociado a corrientes intensas de viento, a un corredor de humedad proveniente del Amazonas, aumentando la fuerza de la lluvia, y a un bloqueo atmosférico, debido a las olas de calor.
La Fuerza Aérea Brasileña utiliza drones para ayudar a localizar e identificar a las víctimas del fenómeno climático.
Según la FAB, los sobrevuelos del avión no piloteado RQ-900 Hermes ocurren en la región de la Cuarta Colonia, que abarca nueve municipios de la zona central del estado.
