TeleSUR
Las autoridades de Kenia informaron que ascendió a 179 la cifra de cadáveres encontrados en terrenos utilizados por una secta cristiana en una zona boscosa de Shakahola (norte), lo que derivó en la detención del líder del grupo, quien puede ser acusado de terrorismo.
La comisionada de la Policía de la región Costa, Rhoda Onyancha, precisó que 72 miembros de la secta han sido rescatados con vida hasta la fecha en el bosque de Shakahola, en el costero condado de Kilifi, donde sucedieron los hechos.
Asimismo, fuentes policiales informaron que este viernes no hubo rescates y que el número de arrestados por la muerte de los miembros de la iglesia de Mackenzie se mantuvo en 25.
Las autoridades locales aseguran también que la cifra de desaparecidos vinculados a las actividades de la secta ha seguido aumentando y ya resulta superior a los 600, aunque no está claro que todos los casos estén relacionados con la secta cristiana.
Encabezados por Paul Mackenzie Nthenge, los principales líderes del grupo religioso instaron a los adeptos a practicar ayuno hasta la muerte con la promesa de que encontrarían a Jesucristo en una nueva vida.
El presidente de Kenia, William Ruto, ha descrito a Mackenzie como un «terrible criminal» y el viernes pasado nombró una comisión de investigación, presidida por la jueza Jessie Lesiit, para esclarecer los hechos y determinar las negligencias administrativas o de seguridad que se pudieron producir.
Las autopsias de más de un centenar de cuerpos evidenciaron que, aunque todos mostraban signos de inanición, al menos tres menores y un adulto tenían también rastros de estrangulación y asfixia. De acuerdo con las primeras investigaciones de la Policía, los fieles eran forzados a seguir con el ayuno aunque quisieran abandonarlo.