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El hijo menor del expresidente hondureño Porfirio Lobo Sosa, Said Omar Lobo Bonilla, y otros tres jóvenes que lo acompañaban fueron asesinados este jueves en un centro nocturno en las inmediaciones del bulevar Morazán, localizado en Tegucigalpa (capital).
Los otros tres jovenes respondían a los nombres de Salomón Vásquez, hijo de un militar retirado, y Norlan Enrique Rivera Rodríguez, conductor y guardaespaldas de Lobo Bonilla.
Completa la relación Luis Armando Zelaya Rivera, pariente del exjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Romeo Vásquez Velásquez, quien fue unos de los líderes golpistas en 2009.
En mensaje difundido a través de Twitter, la presidenta Xiomara Castro condenó el hecho y ratificó que no descansarán hasta desmontar los escuadrones de la muerte que durante años han actuado en Honduras con impunidad.
Cámaras de seguridad ubicadas en las afueras del establecimiento, ilustran a un comando armado con fusiles que llega al lugar y huye a toda velocidad luego de escucharse disparos.
El militar retirado valoró que podría tratarse de un crimen perpetrado por gente entrenada, aunque dejó ver que han de ser las autoridades las que determinen qué ocurrió y revisen la política de seguridad.
El expresidente Lobo Sosa visitó el lugar de los hechos y condenó lo ocurrido. Además, dijo que otro hijo suyo, que venía en otro automóvil, salvó su vida por pura casualidad.
Por su parte, el director de la Policía Nacional, Gustavo Sánchez, atribuyó el crimen a la Mara Salvatrucha (MS-13), que obra de este modo para «provocar caos, inestabilidad y terror», dijo.
Los hechos ocurrieron aproximadamente a las 02H30 (hora local). Según declaraciones de Vásquez Velásquez a medios locales, las víctimas abordaban sus vehículos para abandonar el centro nocturno cuando desconocidos armados los conminaron a bajar de ellos y los acribillaron.
