Coatzacoalcos/AFP
Un defensor de derechos humanos y de la ecología, aparentemente originario de Estados Unidos, fue asesinado en Veracruz, un estado del este de México con fuerte presencia del crimen organizado, informaron este fin de semana la fiscalía local y pobladores.
El cuerpo sin vida del hombre fue hallado en una casa de la ciudad de Teocelo, en el centro de este estado que colinda con el Golfo de México.
«En el cuerpo de sexo masculino se identificaron lesiones producidas por proyectil de arma de fuego en el cráneo, a la altura del temporal derecho», indica un comunicado de la fiscalía de Veracruz difundido la noche del viernes.
Esta institución identificó a la víctima como G.L.A.D, pero no dio más detalles sobre su nacionalidad ni condición migratoria.
Pero testimonios de vecinos y empleados de la víctima obtenidos este sábado por la AFP indican que se llamaba Gordon Strom, era originario de Estados Unidos y radicaba desde hace seis años en Teocelo, donde realizaba trabajo comunitario e instruía a los pobladores para el cuidado del medio ambiente y la defensa de sus derechos.
El cadáver del activista -a quien los lugareños apodaban «el gringo»- fue encontrado por uno de sus trabajadores en el interior de su casa y eran «evidentes las señales de tortura. Los asesinos se llevaron su vehículo», dijo a la AFP un empleado del activista que pidió el anonimato.
El homicidio causó indignación entre pobladores de Teocelo, quienes citaron a una marcha el domingo para exigir el esclarecimiento del crimen.
Este es el primer activista asesinado desde que asumió en diciembre el gobernador Miguel Ángel Yunes del conservador Partido Acción Nacional.
Su antecesor, Javier Duarte del oficialista Partido Revolucionario Institucional, renunció a su cargo el año pasado antes de terminar su mandato y fue acusado de delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Tras estar prófugo durante seis meses, fue capturado el 16 de abril en Guatemala.
Durante su gobierno (2010-2016) se reportaron al menos diez casos de activistas asesinados -ninguno de estos crímenes fue esclarecido- y Veracruz se convirtió en uno de los estados más violentos de México, con asesinatos por parte de cárteles narcotraficantes, varios casos de desaparición forzada y el asesinato de 17 periodistas.