Patricia Meza
@pmeza1
En El Salvador muchas organizaciones se dedican a ofrecer solución a los problemas de los salvadoreños y prometen bajar el cielo, algunas cumplen lo prometido, otras solamente se aprovechan de las necesidades de familias humildes que confían y al final terminan estafadas, pagando grandes cantidades de dinero.
En 2015 datos oficiales del gobierno señalaban que en El Salvador el 61% de los hogares tenían viviendas con al menos una carencia en servicios básicos, tan precarias que no brindan seguridad y comodidad a sus habitantes. El déficit habitacional es del 58%, uno de los más grandes en Centroamérica.
El contar con una vivienda digna y que cumpla con las mínimas condiciones, para que una familia viva tranquila, es uno de los sueños que la mayoría de los salvadoreños tiene,
Pero, que se ven frenados por los altos precios que ponen las constructoras, la falta de un empleo que garantice un sueldo fijo, o no contar con el dinero suficiente para comprar una vivienda al contado.
Por estas razones es que, en 2005, un grupo de personas que habían sido estafadas, al ofrecerles proyectos habitacionales a bajo costo, toman la iniciativa de formar una fundación de ayuda para las personas de escasos recursos, que tenían el deseo de adquirir una casa o de construirla, en el lugar donde vivían.
Rolando Patriz, originario de San Antonio del Monte, Sonsonate, presidente de la Asociación Salvadoreña para Personas de Escasos Recursos (ASPER), dijo que la fundación tiene como objetivo principal brindar asesoría para la adquisición de una casa y ofrecer una alternativa a familias de escasos recursos.
Entre los requisitos para la construcción de las viviendas está el contar con un lote, tener una escritura o el 60% pagado de la propiedad, así como también presentar una constancia de un notario de que el lote será heredado, pero sobre todo que los solicitantes no tengan vivienda.
El coordinador de ASPER, de cada municipio, se encarga de verificar las necesidades de vivienda en los lugares donde trabaja, en La Paz, el encargado es Jorge Alberto Martínez y tiene su oficina en San Antonio Masahuat.
La tesorera de la fundación Xiomara Mundo afirma que el costo total de la construcción de la vivienda es de $600 dólares, que cubre los gastos de albañilería. La vivienda que ASPER construye mide 6 metros de largo por 6 metros de ancho.
La vivienda cuenta con dos dormitorios, sala, piso de ladrillo rojo. El costo de esta es mínimo en comparación con lo que tendrían que pagar al adquirir una vivienda en la zona urbana o semi urbana, ya que los precios oscilan entre los 50 mil y 115 mil aproximadamente.
Debido a esta situación de inaccesibilidad ASPER trata de involucrar a las comunidades en el esfuerzo que es auspiciado por una organización alemana que forma parte del Consejo de Integración para la Cooperación Internacional.
En 2016 lograron construir 150 viviendas distribuidas en los municipios de Santa Catarina Masahuat, San Miguel Tepezontes, Cuyultitán, Nahuizalco, Nahulingo, Acajutla, Juayúa, entre otros y en 2017 inician con 50 casas.
La proyección de ASPER es construir 800 viviendas en la fase I del 2017, beneficiando a los municipios de San Pedro Masahuat, San Antonio Masahuat, Cuyultitán, San Juan Talpa, Santiago Nonualco, San Miguel Tepezontes, Paraíso de Osorio, San Emidio y San Francisco Chinamequita, entre otros.
En oriente también hay presencia de ASPER, en Usulután, específicamente en Jucuarán, El Espino, El Llano y el Casco urbano, lugares donde se pretende construir aproximadamente 100 viviendas. ASPER también tiene otros proyectos como la entrega de láminas a personas de escasos recursos; coordinar talleres de producción de detergentes y shampoo; de medicina natural y también entregan en algunas ocasiones sillas de ruedas.
Patriz quien señalo que este proyecto tiene a la base el trabajo organizado en las comunidades, con los líderes y ASPER, hizo un llamado a otras instituciones que tienen trabajo en el tema de la vivienda, para que coordinen proyectos y no se vean como competencia.
“Nuestra fundación no tienen intereses lucrativos, ni partidarios, solamente queremos sacar adelante a los habitantes de zonas pobres y que no sean engañados”, añadió. Y agregó que el fin último es beneficiar a las personas de escasos recursos y brindar una solución digna de vivienda, evitando así que la necesidad de obtener una casa, termine en una estafa.
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