Luis Arnoldo Colato Hernández
La detención de Julián Assange, en la sede diplomática ecuatoriana en Londres y apenas minutos de que Lenin Moreno, publicara en tweet que la doble condición de asilado y ciudadano le era retirada, luego de que las condiciones de asilo se vieran agravadas bajo indicaciones directas de Quito, impidiendo primero la comunicación en red al asilado, reduciendo y hasta negando además sus contactos con el exterior.
Después, el allanamiento realizado por Scotland Yard a la sede diplomática, en medio de dramáticas imágenes que muestran al señor Assange, resistiéndose a la misma, preludiando la lucha que éste sostendrá ante el sistema legal inglés por evitar su extradición, puesto que el propósito último, es el que Suecia lo derive finalmente hacia EE. UU, donde le espera la muerte.
Primero a Suecia, porque es ahí donde deberá resolver una dudosa acusación realizada por supuestas agresiones de Assange, que recuerdan el montaje hecho en contra de Klaus Khan y que en su día significará la muerte política de éste a pesar de que se determinará que la acusación era falsa, como el que las imágenes que recorrieron al mundo en el que se le exhibió esposado y reducido, no fue sino parte de la trama cuyo propósito era el que logró: acabar con las aspiraciones políticas de Klaus Khan y en razón de las implicaciones que este exdirectivo de la banca mundial, crítico acérrimo del modelo neoliberal, ya hiciera demandando el desmontaje del modelo económico, que de acuerdo a él, es “…causal de todos los males humanos derivados del quehacer económico…”.
¿Por qué le espera la muerte en EE. UU.?
Porque le acusa de traición, filtrar información sensible, reunir información clasificada en su agencia de inteligencia: WikiLeaks.
Por un lado, no es un traidor porque no es ciudadano estadounidense, como tampoco filtró información: hizo pública información de interés al público, misma que evidencia los crímenes que en contra de la población civil iraquí cometieran las tropas de ocupación estadounidenses, con hasta un millón de bajas civiles en matanzas arbitrarias perpetradas por estas, admitidas por el alto mando en diversos documentos, así como atribuidos a la insurgencia iraquí, negándose a asumir r8esponsabilidades, justificando además la ocupación.
En cuanto a WikiLeaks, esta no es una agencia de inteligencia, sino un sitio web, que reúne información, la depura y finalmente la presenta al público, como así lo hace la versión de red de la BBC o de CNN, con una marcada diferencia: su independencia, por lo que no se le puede denegar esta tarea, que sigue haciendo o su consecuente publicación.
Este ejercicio es la esencia de la libertad de información, para acceder a ella libremente.
Finalmente, se lo detiene porque EE. UU. pretender enviar una advertencia: ¡sométanse!
Mientras conserva su impunidad, pretendiendo continuar su agenda en los estados que expolia. Esta detención entonces, no solo atenta contra la libertad y la vida de Julián Assange, atenta contra la libertad de todos, por lo que rechazarlo, denunciándolo, es el único camino a seguir.
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