Nueva York/AFP
Laura Bonilla
Un hombre detonó una bomba artesanal sujeta a su cuerpo en un túnel del metro cerca de Times Square y dejó cuatro transeúntes heridos en un nuevo atentado, tras el cometido con una camioneta grande en Nueva York a fines de octubre.
El ataque fue perpetrado en un túnel que conecta dos estaciones de metro cerca de Times Square, uno de los mayores centros neurálgicos del transporte de Nueva York y uno de los sitios más concurridos del mundo, a la hora en que millones de neoyorquinos utilizan el transporte público para trasladarse a sus empleos.
«Éste fue un intento de ataque terrorista», indicó el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, en una conferencia de prensa. «En este momento todo lo que sabemos es que (…) gracias a Dios no tuvo éxito en su objetivo», añadió.
El sospechoso, identificado como Akayed Ullah, de 27 años y habitante de Brooklyn, sufrió heridas y quemaduras, dijeron las autoridades. Fue detenido y trasladado al hospital Bellevue. Según varios medios locales, habría emigrado desde Bangladés hace siete años.
Ninguno de los heridos corre riesgo de vida, informaron los bomberos.
«Cuando uno escucha de una bomba en una estación de metro, eso es una de nuestras peores pesadillas», aunque «la realidad fue mejor de lo que inicialmente esperábamos y temíamos», admitió el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo.
Explosión prematura
La explosión, que ocurrió a las 07h20 locales (12h20 GMT), fue provocada por «una bomba artesanal sujetada a su cuerpo por una serie de cierres y velcros», informó a la prensa John Miller, de la unidad contraterrorista de la policía de Nueva York.
La bomba habría detonado de forma prematura, dijeron las autoridades, e indicaron que el ataque fue filmado por las cámaras de seguridad.
La explosión provocó pánico en el túnel, y «todo el mundo se echó a correr», dijo un testigo al New York Times.
El exjefe de la policía de Nueva York, Bill Bratton, dijo a la televisión MSNBC que fue informado de que el sospechoso había actuado en nombre del grupo Estado Islámico. Las autoridades no han confirmado estas informaciones.
Citando fuentes policiales, el diario New York Post indicó que el sospechoso era un exchofer de taxi y declaró a los policías al ser arrestado que había actuado para vengarse de «los bombardeos» en su país, sin más precisiones.
Nueva York, blanco constante
Las estaciones de metro del área fueron evacuadas, observaron periodistas de la AFP. El metro siguió funcionando pero sin detenerse en esas estaciones. La estación de buses de la Autoridad Portuaria también fue evacuada y la circulación en varias calles y avenidas fue bloqueada, aunque la circulación comenzó a regresar a la normalidad tres horas después del ataque.
El presidente Donald Trump fue informado de la situación, indicó su portavoz Sarah Sanders.
La explosión se produjo en las vísperas de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, que atraen a cientos de miles de turistas a Nueva York, la ciudad más poblada de Estados Unidos con ocho millones y medio de personas.
En Times Square, el área donde tuvo lugar el intento de atentado, un millón de personas se concentra cada 31 de diciembre para esperar el Año Nuevo.
Nueva York, una de las ciudades más diversas del mundo que es un blanco constante para los movimientos terroristas, ha implementado una fuerte vigilancia desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 que derribaron sus Torres Gemelas. Miles de policías en uniforme y vestidos de civil patrullan día y noche las calles de la ciudad.
El 31 de octubre pasado, el día de Halloween, un uzbeko residente en Estados Unidos arrolló con una camioneta grande a varios ciclistas que paseaban por Chelsea, en el sur de Manhattan, matando a ocho personas y dejando más de una decena de heridos graves en el peor atentado terrorista en Nueva York desde 2001.
El sospechoso, que había jurado lealtad al grupo Estado Islámico, fue detenido inmediatamente y está en prisión a la espera de su juicio.