Por: Rolando Alvarenga
En los últimos días, Diario Co Latino informó sobre el retiro de varios atletas de alto nivel internacional en el Karate Do y Tenis de Mesa. Específicamente, se trata de los karatecas Aarón Pérez y Evelin Caballero, y los tenimesistas De-Ying Wang, Josué Donado y Estefanía Ramirios, sin descartar que la lista siga creciendo.
Lo característico en todos los casos es que los atletas tenían una gran cantidad de años participando con buen suceso en competencias internacionales y todavía tenían cuerda deportiva para seguir poniendo la cara por los colores patrios.
No obstante, un día se les terminó la paciencia de Job y dijeron “¡no más!”, tomando la dura decisión.
Al respecto, mi reflexión es la siguiente: si al gobierno de un país tercermundista le cuesta un ojo de la cara y mucho tiempo forjar un atleta para la alta competencia, no se puede permitir que con sangre fría una federación deje ir a un atleta de este nivel, salvo circunstancias muy especiales. Ahora, si son los federativos o gerentes los impacientes, que sean ellos los que den un paso al costado, porque es más fácil conseguir un voluntario para una federación, que forjar un Atleta Élite.
Ahora bien, el INDES y el COES deben meter su cuchara y, a través del debido proceso, agotar las gestiones en pro de rescate del atleta y la millonaria inversión de los impuestos del pueblo en su formación. ¡Es lo justo! De lo contario, en los Juegos C.A. 2021, El Salvador repetirá su 5to. lugar.