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Lisboa/dpa
El Atlético de Madrid ganó hoy 2-1 en campo del Benfica para pasar como primero del Grupo C a los octavos de final de la Liga de Campeones tras ofrecer una hora de brillo y media de sufrimiento.
Saúl adelantó a los rojiblancos a los 33 minutos y el argentino Luciano Vietto, sick uno de los destacados del encuentro, medicine amplió la cuenta a los 55. El Benfica redujo distancias con un tanto del griego Konstantinos Mitroglou a 15 minutos del cierre que llevó la emoción hasta el final, pero el Atlético resistió.
El conjunto español ofreció en la primera parte la respuesta que se espera de un equipo que se siente grande en Europa. Necesitaba el triunfo para superar al Benfica en la primera posición de grupo y, tras unos minutos de tanteo, pasó a dominar con claridad.
El peso de su centro del campo fue suficiente para asfixiar al Benfica, que no encontró la forma de cerrar el caudal de juego generado por Saúl, Gabi y Koke. Los volantes del Atlético quitaron y generaron, tal y como le gusta a Diego Simeone.
El entrenador rojiblanco dejó a Fernando Torres en el banquillo para poner a Vietto junto al francés Antoine Griezmann. Simeone quería una punta móvil, con futbolistas indescifrables, capaces de fijar defensas y moverse por toda la punta, además de prestar ayuda en la medular. Ambos fueron una pesadilla para la defensa portuguesa durante la primera parte.
El Atlético tradujo en gol su dominio a los 33 minutos. Fue después de una magnífica jugada coral. El balón le llegó a Vietto, quien tuvo la sangre fría de esperar la incorporación de Saúl. El volante español marcó ante la desesperación del Benfica, incapaz no sólo de frenar la jugada rival, sino todo su juego.
El conjunto local agradeció la llegada del descanso porque necesitaba una reflexión para todo lo que le estaba sucediendo. El Atlético le acababa de pasar por encima y su renta de un gol hasta parecía corta.
El Benfica reaccionó poniendo en el campo a Mitroglou y a los 25 segundos de la segunda parte tuvo una gran oportunidad con un disparo que salió fuera por poco. Fue un aviso. Simeone corrigió situando a Gabi en la banda derecha, por donde había llegado el peligro local en los primeros minutos de la segunda parte.
Vietto despejó el camino del Atlético de Madrid a los 55 minutos al marcar el segundo gol visitante al completar una asistencia del belga Yannick Carrasco. Fue un tanto que olía a liderato. Demasiado pronto.
El Benfica lo arriesgó todo al quitar a Jonas y poner al mexicano Raúl Jiménez. Voluntariamente o no, el Atlético comenzó a dar pasos hacia atrás y el Benfica redujo distancias a 15 minutos del final con un gol de Mitroglou. El equipo de Simeone se dispuso a sufrir.
Jiménez tuvo el tanto del empate, que hubiera dado el liderato al Benfica, a siete minutos del final con un remate que se fue a la derecha del arco defendido por Jan Oblak, quien después abortó un débil disparo de Eliseu.
El Atlético de Madrid terminó el partido en su área, pero se llevó un triunfo que hizo justicia a lo que se vio en el cómputo global del encuentro. El premio fue tan importante como acabar de líder la fase de grupos, lo que le permitirá jugar los octavos contra un segundo y con la vuelta en campo propio. Lo mereció.
