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Por Fredis Pereira
Máster en Administración y Gerencia Pública
La Universidad de El Salvador en febrero de 2023 celebró 182 años de existencia. Los logros del pasado son insuficientes para ocultar el atraso en el que se encuentra, pues es notorio en los ránquines internacionales. Atraso que se pretende justificar en las limitaciones presupuestarias, aunque el presupuesto de la UES ha experimentado un millonario crecimiento en los últimos 20 años.
El atraso se manifiesta por la inoperancia del escalafón de la UES. El reglamento del escalafón se incumple impunemente. En los concursos para ocupar plazas vacantes han contratado a quién le ha parecido bien a las autoridades de la UES, aunque eso signifique negar la plaza a quien ganó el concurso, en grave irrespeto al reglamento del escalafón, a otras leyes laborales, y a la constitución de El Salvador. Así amañan las contratación como si estuvieran en la época de inexistencia de ley y controles.
La evaluación que establece el reglamento del Escalafón tampoco se aplica de manera imparcial. Un ejemplo de discriminación contra la mujer, podemos verlo en el caso de la profesora Tania Patricia Campos España, quién es profesora de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la UES, y que pese a tener una resolución favorable de la Defensoría de los Derechos Universitarios, en el expediente Ref. DE 26-10/15-2018, las autoridades universitarias le han negado la promoción laboral que le corresponde legalmente, desde hace varios años.
La burocracia que administra la gestión del escalafón incumple sus obligaciones. Un ejemplo reciente, es el proceder del director de la Escuela de Administración de Empresas de la Facultad de Ciencias Económicas, el señor Abraham Vásquez Sánchez, que está obligado a asegurar la evaluación imparcial del desempeño; pero que, con varios años de retraso, el uno de febrero de 2023, envió un correo para habilitar que el personal docente bajo su cargo realizará la autoevaluación de los años 2018 a 2022. Según el reglamento esta evaluación debe ser realizada cada año. Si esto les parece grave atraso, le cuento que otros directores hasta se han jubilado, cobrando jugosas compensaciones por “su servicio”, aunque incumplieron sus obligaciones.
Los responsables de la gestión se niegan a realizar la transformación digital que ordenan las leyes de El Salvador. Aunque las autoridades de la UES han gastado dinero en anunciar la llamada transformación digital de la UES, esta no llega. No es por falta de recursos tecnológicos. Se debe a la resistencia al cambio por parte de la burocracia, principalmente de aquellos que están pensionados o cercanos a la jubilación, que se cuentan en cientos. Resistencia que es un síntoma de haber dejado de actualizarse profesionalmente.
Un ejemplo de esta resistencia se observa en el caso bajo la Ref. DE 04-10/18-2021, que fue investigado por la Defensoría de los Derechos Universitarios; cuando un Comité de Administración de la Carrera del Personal Académico de la UES negó tramitar documentación, solo porque había sido enviada por medio de correo electrónico. Así el comité incumplió la obligación de tramitarla según lo establecido en la Ley de Procedimientos Administrativos. Dicho sea de paso, este procedimiento, bajo los parámetros de la ley, no puede exceder nueve meses, pero después de 22 meses todavía no ha notificado los resultados al personal, y no lo realizan anualmente como lo ordena la legislación universitaria.
El atraso también se manifiesta en el proceder de las máximas autoridades de la UES. Es curioso que estas autoridades que alegan impulsar la transformación digital de la UES, también han alegado ante el Instituto de Acceso a la Información Pública carecer de recursos para grabar y hacer públicas las sesión del Consejo Superior Universitario presididas por el Rector de la UES; parecido proceder tiene la Asamblea General Universitaria, que incumple con la actualización de la normativa universitaria en contravención a la Ley de Procedimiento Administrativo y otras leyes aplicables.
Salir del atraso requiere que la burocracia se comprometa con la transformación.
Para esto se debe cumplir con el reglamento del escalafón y asegurar el relevo generacional. Sin embargo, las autoridades de la UES no han estado a la altura de esta exigencia, tal como se registra en un medio que entrevistó al Rector; quien dijo “no hemos trabajado en un relevo generacional” ¿Quién sacará del atraso a la UES entonces?
