Por Antoine Lambroschini, case Adel Zaanoun
Gaza, cure Territorios Palestino/AFP
Israel proseguía este miércoles su ofensiva en Gaza pese a la presión internacional, find que se acrecentó con denuncias de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU sobre posibles crímenes de guerra en una operación que ya costó la vida a cerca de 650 palestinos.
El jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, que llegó el miércoles a Israel, buscaba por su lado lograr un alto el fuego entre el Estado hebreo y el movimiento islamista Hamas, que controla la Franja de Gaza.
«Sin duda, hemos dado algunos pasos, pero aún queda mucho trabajo», declaró Kerry durante un encuentro con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Ban expresó cierto optimismo. «Estamos uniendo nuestras fuerzas para obtener una tregua lo antes posible (…) No tenemos tiempo que perder», afirmó.
Kerry se reunirá también con el presidente palestino Mahmud Abas en Ramala (Cisjordania) y con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Tel Aviv.
La comunidad internacional coincide en denunciar los ataques con cohetes de Hamas contra Israel -que motivaron el inicio de la ofensiva terrestre- pero multiplica las críticas contra la operación, ya que la mayoría de víctimas de los bombardeos contra Gaza son civiles.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, denunció los ataques «indiscriminados» de Hamas contra zonas civiles, pero pidió una investigación sobre posibles «crímenes de guerra» cometidos por Israel, en una reunión extraordinaria del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.
«Existe una alta posibilidad de que se haya violado el derecho humanitario internacional, lo que podría constituir crímenes de guerra», dijo Pillay, citando como ejemplo la destrucción de casas y los civiles muertos, entre ellos numerosos niños, como resultado de la operación israelí en Gaza.
El ministro de Exteriores palestino, Riad Malki, acusó a Israel de cometer «un crimen contra la Humanidad» y exigió una investigación internacional.
«Israel está cometiendo crímenes abyectos. Israel destruye completamente barrios residenciales. Lo que hace Israel […] es un crimen contra la humanidad», declaró Malki durante la reunión de Ginebra.
Menos cohetes
El ejercito israelí, que ha registrado 29 muertos desde el jueves -sus mayores pérdidas desde la guerra contra el Hezbolá libanés en 2006- destacaba el éxito de sus operaciones, en especial en Shejaiya, un suburbio de la ciudad de Gaza (en el norte de la Franja), donde los bombardeos mataron a 70 personas.
«Durante las últimas 24 horas la situación está más bajo control», dijo el portavoz del ejército, Peter Lerner, quien reconoció sin embargo que los combates continuaban en esa localidad considerada por Israel como una de las bases del Hamas.
Lerner señaló que los disparos de cohetes del movimiento islamista contra Israel han bajado de intensidad.
«Se constató el martes una baja substancial de los disparos de cohetes. Es difícil decir si se trata de una tendencia, pero la cifra es menor, 97», expuso.
Desde el inicio de las hostilidades el 8 de julio, se han contabilizado 1.700 impactos de cohetes en territorio israelí y 420 proyectiles han sido destruidos en el aire.
El objetivo anunciado por Israel es desarmar a Hamas, poner fin al lanzamiento de proyectiles, destruir los túneles utilizados por los islamistas y detener las «infiltraciones» en Israel de combatientes palestinos.
Vuelos anulados
Mientras tanto, los bombardeos y los disparos de tanques seguían este miércoles en Gaza. Cinco palestinos, entre ellos dos niños, murieron cerca de Jan Yunes, en el sur del enclave.
Del lado israelí, un trabajador extranjero murió alcanzado por un proyectil lanzado desde Gaza.
Según la ONU, la mayoría de víctimas palestinas son civiles. El último balance disponible es de 649 muertos, una cifra difícil de verificar teniendo en cuenta el caos que reina en Gaza, donde aparecen bajo los escombros cuerpos de personas fallecidas en días precedentes.
El presidente palestino Mahmud Abas reconoció que sus esfuerzos por alcanzar una tregua durante una gira en Medio Oriente fracasaron. La dirección palestina, reunida de urgencia la noche del martes en Ramala, hizo un llamado a «manifestaciones populares generales de solidaridad con Gaza y la Resistencia».
Israel intentaba organizarse el miércoles después de que varias compañías aéreas suspendieron sus vuelos a Tel Aviv por razones de seguridad. Un cohete estalló la víspera cerca del aeropuerto internacional de la ciudad israelí.
Las autoridades ordenaron la apertura de un aeródromo en el sur del país y la compañía aérea israelí El Al anunció que aumentará su número de vuelos.
El presidente israelí, Shimon Peres, estimó que el cese de vuelos «se traducirá en más disparos de cohetes y en un peligro mayor no solo (para Israel) sino para el mundo».