SAO PAULO/Xinhua
Los muertos por los deslaves ocurridos el fin de semana a causa de las lluvias en la costa del estado de Sao Paulo, en el sureste de Brasil, aumentaron a 54, mientras los socorristas continúan la búsqueda de decenas de desaparecidos bajo montañas de lodo, confirmaron este viernes las autoridades.
Los equipos de rescate han identificado entre las personas fallecidas a 13 menores de edad, detalló en un comunicado el Gobierno del estado de Sao Paulo.
El fin de semana pasado, los municipios de Sao Sebastiao, Ubatuba, Caraguatuatuba, Ilhabela y Bertioga resultaron severamente afectados por las intensas precipitaciones en la zona, que en menos de 24 horas fueron el doble de lo esperado para todo febrero y marcaron el registro histórico más alto en Brasil.
Las fuertes lluvias ocasionaron deslaves en la sierra del Mar a lo largo del litoral -donde se localizan importantes balnearios turísticos- que arrastraron viviendas de barrios pobres instalados en las laderas de los cerros.
De acuerdo con el reporte de las autoridades, alrededor de 4.000 personas tuvieron que dejar sus viviendas o las perdieron.
El foco del desastre es Vila do Sahy, la comunidad más afectada y ubicada al lado de las exclusivas playas de Baleia y Cambury, en el municipio de Sao Sebastiao.
El Gobierno brasileño ha trasladado el portaaviones más grande de la Marina al puerto de Sao Sebastiao, a 190 kilómetros de la ciudad de Sao Paulo, como centro de atención médica y provisión de víveres para la población.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva propuso también esta semana a la alcaldía de Sao Sebastiao la construccion de viviendas en lugares planos y fuera de áreas de riesgo para quienes han perdido sus casas.
A su vez, el gobernador de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas, admitió que el sistema de alerta para la población mediante mensajes de telefonía no tuvo los efectos deseados para desalojar las zonas de riesgo ante las inundaciones y los deslaves.
El gobernador propuso por ello instalar en la zona un sistema de sirenas, como ya ocurre en otras localidades serranas con riesgo de derrumbes en la temporada de lluvias del verano austral.