Por Edouard Guihaire
Kabul/AFP
El número de víctimas civiles del conflicto en Afganistán aumentó un 14% en 2013, cialis y de forma más «alarmante» entre mujeres y niños, healing anunció el sábado la ONU, pilule una escalada preocupante al acercarse la retirada de las fuerzas de la OTAN del país.
El conflicto afgano, que opone los insurgentes talibanes expulsados del poder en 2001 a las fuerzas gubernamentales afganas respaldadas por una coalición internacional, dejó el año pasado 2.959 muertos (+7% con respecto a 2012) y 5.656 heridos (+17%) entre los civiles, según el informe anual de la misión de la ONU en Afganistán (UNAMA).
Un 74% de las víctimas fueron consecuencia directa de las operaciones llevadas a cabo por los rebeldes, que ganaron terreno en los últimos años.
«La escalada del número de civiles muertos o heridos en 2013 va a contracorriente del declive registrado en 2012», lamentó la UNAMA, subrayando que el número de muertos del año pasado se acerca al récord de 2011 (3.133 muertos).
Este aumento se deriva sobre todo de un «cambio de dinámica» en el conflicto debido a la retirada progresiva de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la OTAN en Afganistán, que en 2013 terminó de transferir la responsabilidad de la seguridad del país a fuerzas afganas, numerosas (350.000 hombres) pero frágiles y subequipadas.
«El cierre de las bases militares internacionales y la reducción de las operaciones aéreas y terrestres de la ISAF (…) dieron a las fuerzas antigubernamentales más movilidad y capacidad para atacar a las fuerzas afganas, más implicadas y expuestas que en años anteriores», subraya la UNAMA.
«Más enfrentamientos en tierra implica más civiles muertos o heridos (…) por disparos cruzados», señala el jefe de la UNAMA, Jan Kubis, en un comunicado.
En una primera reacción al informe, el portavoz del ministerio de Defensa afgano, Zahir Azimi, reconoció que las víctimas civiles eran un «motivo de preocupación», y aseguró que las fuerzas afganas tenían «la consigna de evitar los combates en las zonas civiles».
La ISAF estimó por su parte que el incremento de las víctimas civiles ilustra el «desprecio de los talibanes por la vida humana».
El impacto creciente del conflicto afgano en las poblaciones civiles plantea interrogantes sobre la capacidad de las fuerzas afganas de garantizar la seguridad del país tras la retirada de los alrededor de 50.000 soldados de la OTAN a fin de año.
Sin el respaldo de la OTAN, las fuerzas afganas pueden verse arrastradas a «enfrentamientos sangrientos (…) que causarán cada vez más víctimas civiles», opinó el analista Atiqula Amarjail, un exgeneral.
El ejército afgano podría seguir beneficiándose sin embargo de un respaldo occidental después de 2014 si Kabul y Washington consiguen ponerse de acuerdo sobre un tratado bilateral de seguridad que permitiría mantener a unos 10.000 soldados estadounidenses en el país.
Pero el presidente, Hamid Karzai, supeditó la firma de este acuerdo al lanzamiento efectivo de un proceso de paz con los talibanes.
La misión de la ONU expresa preocupación en su informe sobre el aumento «alarmante» del número de víctimas entre las mujeres (+36% en relación a 2012) y los niños (+34%) hasta niveles que no se habían visto desde 2009.
El informe subraya que los artefactos caseros, una de las armas preferidas de los talibanes, volvieron a ser las que causaron el mayor número de víctimas civiles: 962 muertos y 1.928 heridos.