Washington/PL
Especialistas en seguridad nacional, health organizaciones civiles y políticas, así como la opinión pública estadounidense cuestionan de manera creciente el programa de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), develados por el exanalista Edward Snowden.
Eric Friedberg, ex procurador federal, cuestionó el costo social de recabar información de cada llamada telefónica de una persona sobre un período prolongado en un solo sitio.
Friedberg, que efectuó la primera operación de intercepción de correos electrónicos hace casi 20 años, ahora se describe a sí mismo como alguien «muy a favor de hacer cumplir las leyes», para evitar abusos a la privacidad por parte de las autoridades, citó el diario Star Tribune.
Otro ex empleado de la NSA, Thomas Drake, manifestó su «pesar» por haber contribuido a abrir las puertas a la vigilancia tecnológica digital, con métodos para husmear correos electrónicos, vigilar el uso de Internet, de tarjetas de crédito y llamadas telefónicas de gente inocente como parte de un programa que calificó de inconstitucional, añadió la fuente.
Desde que Snowden, asilado en Rusia, ventiló centenares de miles de documentos que constatan el programa de fisgoneo de comunicaciones telefónicas y digitales nacionales y de gobernantes, empresas y ciudadanos de 35 países, se generaron protestas, audiencias legislativas y decenas de recomendaciones para limitar los alcances del programa.
La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), interpuso una demanda contra el Gobierno basada en la denominada Ley de Libertad de Información, con el objetivo de transparentar los masivos programas de vigilancia.
Este jueves, un informe del Directorio de Supervisión de Libertades Civiles y de Privacidad, agencia independiente creada por el Congreso en 2007, subrayó que la recolección de registros telefónicos resulta ilegal y debe cesar.
El panel, compuesto por tres expertos demócratas y dos republicanos, sostuvo que no identificó «una sola instancia que involucre una amenaza a Estados Unidos en la que el programa de registros telefónicos haya hecho una diferencia concreta en el resultado de una investigación de contraterrorismo».
El propio Snowden llamó la víspera a la administración del presidente Barack Obama a corregir las leyes, frenar el desmedido alcance de algunas agencias gubernamentales y depurar responsabilidades de altos oficiales por los masivos e ilegales programas de espionaje, revelados por el él desde junio.
Durante una sesión de preguntas y respuestas en directo en la página digital freesnowden.is, el denominado «topo» de la NSA criticó también el discurso de Obama de la semana anterior y cuestionó lo que afirmó el mandatario, que la NSA no se extralimitó en sus poderes.
Una reciente encuesta de la empresa Gallup encontró que un 53 por ciento de los estadounidenses se oponen al programa secreto de recolección de datos desarrollados por la NSA.