Sídney / AFP
Daniel de Carteret
Australia vivió esta semana su día más caluroso desde que existen registros, una ola de calor que podría empeorar todavía más la grave situación provocada por los incendios forestales en todo el país.
La temperatura media en Australia fue el martes de 40,9 grados, superando el récord anterior de 40,3 de enero de 2013, indicó la oficina de meteorología.
«Esta ola de calor se intensificará todavía más hoy» miércoles, dijo la meteoróloga Diana Eadie Said.
La ola de calor es un signo de las consecuencias del cambio climático en Australia, donde los incendios, comunes en verano, empezaron este año de forma precoz y muy intensa.
En los últimos meses centenares de incendios forestales se declararon en todo el país, incluido un «superincendio» en el norte de Sídney, la mayor ciudad de Australia.
El humo ha llegado hasta la ciudad, aumentando la contaminación a niveles considerados por los médicos como una emergencia sanitaria.
El fuego provocó la muerte de seis personas y destruyó 700 casas, además de devorar al menos tres millones de hectáreas de tierra en toda Australia.
Según los científicos, el inicio precoz de los incendios este año y su mayor intensidad se explica por el cambio climático, que prolongó la sequía y dejó la tierra seca. En muchas ciudades escasea el agua.
Los incendios provocaron manifestaciones para pedir medidas contra el cambio climático al gobierno conservador, hasta ahora reacio a ellas para proteger su lucrativa industria minera.
– «Nueva amenaza» –
Las temperaturas récord de esta semana empezaron en Australia Occidental, luego afectaron al centro árido del país y finalmente a las zonas más pobladas de la costa este.
En algunas partes del estado de Nueva Gales del Sur, que tiene Sídney como capital, se espera que la temperatura se acerque a los 45 grados el jueves. En Sídney el termómetro podría llegar a los 46 grados el sábado.
Al mismo tiempo se esperan fuertes vientos de hasta 100 kilómetros por hora en la costa este que podrían agravar todavía más los incendios.
«Los próximos días los bomberos, los servicios de emergencia y todas las comunidades cercanas a los incendios (…) se enfrentarán a una nueva amenaza», dijo el miércoles Shane Fitzsimmons, el responsable de lucha contra los incendios de Nueva Gales del Sur.
El viento podría transportar las brasas de los incendios hasta 30 kilómetros de distancia, advirtieron las autoridades.
El miércoles la policía evacuó a los residentes de decenas de casas en la zona costera de Peregian, cerca de la localidad turística de Noosa, en el noreste del estado de Queensland.
«Los equipos de bomberos y los hidroaviones están trabajando para contener los incendios pero quizás no puedan proteger las propiedades», dijeron los servicios de incendios y emergencia de Queensland.
La semana pasada el primer ministro Scott Morrison admitió que el cambio climático es uno de los «factores» de los incendios.
Sin embargo defendió la política de su gobierno para reducir las emisiones y no anunció nuevas medidas.
Los activistas climáticos tienen previsto manifestarse esta semana frente a la residencia oficial en Sídney de Morrison, que está de vacaciones fuera del país.
Estado de emergencia
Las autoridades australianas declararon el jueves el estado de emergencia durante siete días por incendios en Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney, después de que se registrara una ola de calor que avivó los fuegos sin precedentes en la región.
La primera ministra de este estado oriental de la isla continente, Gladys Berejiklian, justificó esta decisión por «condiciones meteorológicas catastróficas». Un centenar de fuegos forestales asolan Nueva Gales del Sur desde hace semanas, entre los cuales la mitad siguen sin estar controlados, provocando nubes de humo tóxicas que alcanzaron Sídney, la ciudad más grande de Australia.