Melbourne/dpa
Todo es posible en Australia: un número uno del mundo que juega con la mano sangrando, click y gana. Un veterano, healing quizás el mejor jugador de todos los tiempos, no rx feliz como un “teenager” y también victorioso. Son Rafael Nadal y Roger Federer, rivales el viernes en una noche de lujo en Melbourne.
Mientras el suizo Roger Federer cerró hoy derrotando con autoridad al británico Andy Murray 6-3, 6-4, 6-7 (6-8) y 6-3, el español Rafael Nadal sufrió como pocas veces para batir al búlgaro Grigor Dimitrov por 3-6, 7-6 (7-3), 7-6 (9-7) y 6-2 y pasar también a semifinales del Abierto de tenis de Australia.
“Espero que ustedes lo hayan disfrutado, yo sufrí un montón”, dijo un sincero Nadal al público tras un partido de difícil explicación y que Dimitrov dejó con lágrimas en los ojos una vez que la derrota estaba consumada.
Dimitrov, de 22 años y 22 del ranking mundial, mostró todo su repertorio y, en sus primeros cuartos de final de Grand Slam, ese revés con slice que cada vez más admiración genera en el circuito. Estuvo muy cerca de ganar, y por eso no sólo lloró en la cancha, sino también en su encuentro con los periodistas.
El partido de Nadal fue sumamente extraño. Durante buena parte de la tarde no se movió bien, pisaba con cuidado y dudas y pegaba los tiros con el brazo, sin usar el resto del cuerpo. Sacaba además 170 kilómetros por hora, muy por debajo de lo habitual, incluso a 140 ó 130 en el segundo servicio. Una ampolla sangrante en la mano izquierda era la explicación.
Pese a que Nadal le saca una ventaja de 22-10 en los enfrentamientos personales, Federer está entusiasmado.
“Lo estoy esperando, sé que va a ser buen partido, duro, brutal, todas esas cosas”, pronosticó Federer, ex número uno del mundo y actualmente sexto en la clasificación.
“Con Rafa tuvimos partidos épicos, y tuvo un regreso increíble el año pasado tras siete meses fuera por lesión”, añadió un Federer visiblemente feliz que no dejó de bromear con el ex tenista Jim Courier, su entrevistador en el Rod Laver Arena.
Federer llegó así a su undécima semifinal consecutiva en Australia, muy por encima de las seis del estadounidense Ivan Lendl -entrenador de Murray- y de las cinco del sueco Stefan Edberg, su co-entrenador desde este año.
Así, las semifinales se dividen entre un duelo que marca al tenis desde hace una década -Nadal vs. Federer- con otro más inesperado, el que librarán mañana el checo Tomas Berdych y el suizo Stanislas Wawrinka.