Por Waldo Mendiluza
Naciones Unidas/PL
Naciones Unidas volvió a ser escenario de un contundente reclamo del derecho de Puerto Rico a la libre determinación, en una jornada de denuncias por el estatus colonial que le impone Estados Unidos y de propuestas para su fin.
El Comité Especial de Descolonización de la ONU sesionó el lunes centrado en el caso de la isla caribeña, sometida a cinco siglos de dominación extranjera, los últimos 118 años por Estados Unidos.
Por trigésima quinta ocasión desde 1972, el órgano integrado por 29 países adoptó una resolución que demanda la autodeterminación y la independencia de Puerto Rico, reitera su carácter latinoamericano y caribeño, e insta a Washington a asumir su responsabilidad y permitir a los boricuas lograr sus aspiraciones de autonomía.
Presentada por Cuba, con el copatrocinio de Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Rusia, Siria y Venezuela, la iniciativa refleja preocupación por la imposibilidad de la isla de atender sus graves problemas económicos y sociales, como resultado de la falta de soberanía.
Asimismo, exige la liberación del preso político Oscar López Rivera, encerrado durante 35 años en cárceles norteamericanas por su lucha independentista.
Decenas de peticionarios boricuas intervinieron en el foro en representación de diversas tendencias, pero dominó la demanda del derecho a la autodeterminación.
Por su parte, el Movimiento de Países No Alineados, el cual reúne a 120 de los 193 miembros de la ONU, abogó por la soberanía de los boricuas, postura también fijada a título nacional por Cuba, Nicaragua, Ecuador, Bolivia, Venezuela y Siria.
Propuesta y denuncia
Entre las intervenciones estuvieron la de la senadora e independentista María de Lourdes Santiago, quien propuso al Comité Especial respaldar un diálogo que incluya a Estados Unidos y a quienes en Puerto Rico reclaman la descolonización.
«Ante la realidad de que el gobierno de Estados Unidos reconoce la condición de subordinación colonial de Puerto Rico, el Partido Independentista Puertorriqueño está convencido de que ha llegado la hora del diálogo y del entendimiento», manifestó.
El órgano de la ONU acogió la iniciativa de Santiago, celebrada por la presidenta del Comité de Puerto Rico en Naciones Unidas, Olga Sanabria, por su sintonía con la resolución 1514 de 1960 de la Asamblea General, que proclama la necesidad de acabar con el colonialismo en el planeta.
Se trata de un paso muy importante, porque de manera concreta pide acciones de Estados Unidos relacionadas con la libre determinación, afirmó en entrevista con Prensa Latina la también peticionaria.
Sanabria advirtió que tras 35 resoluciones y un escenario insostenible para el pueblo de la isla, urgen medidas que permitan enfrentar la aguda crisis económica y la deuda superior a los 70 mil millones de dólares.
«La situación de los puertorriqueños se agrava, y es que el estatus colonial impide el desarrollo socio-económico y dispara crisis que empeorarán aún más con la decisión del Congreso estadounidense de imponer una junta para lidiar con la impagable deuda», subrayó.
Otro relevante momento de la sesión fue la intervención como peticionario del gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, quien solicitó el respaldo de la ONU para que los boricuas ejerzan su derecho al autogobierno.
El funcionario denunció que Washington insiste en neutralizar la libre determinación pactada con los puertorriqueños hace más de seis décadas, que llevó a la remoción de la isla del listado de Naciones Unidas de territorios no autónomos, administrados por potencias coloniales.
«Puerto Rico tiene hambre y sed de justicia, y aquí reclamo como gobernador el derecho a la autodeterminación, y la ayuda de la ONU para que se defina nuevamente que es de igualdad y respeto la relación que tiene que existir entre los dos pueblos», dijo.
García Padilla ilustró el empeño de Estados Unidos en dominar al país caribeño con la reciente iniciativa del Congreso norteamericano de activar una junta de control fiscal para abordar la deuda acumulada, medida que a su juicio agravará el problema, al crear además una crisis política.
No faltaron los que expresaron pocas expectativas de cambio en el estatus colonial de Puerto Rico, a partir de la postura intransigente de la potencia dominante y lo que calificaron de falta de compromiso de los líderes boricuas con la causa del pueblo empobrecido.
El representante del Grupo por la Igualdad y la Justicia, Héctor Bermúdez, señaló a Prensa Latina que solo la independencia verdadera puede ser la salida para las dificultades de los puertorriqueños.