Caralvá
Intimissimun
Las siguientes reflexiones tienen en común la ofrenda de la vida, obra, títulos etc. para demostrar oposición al poder establecido, en forma simbólica o en acción social.
La historia del Señor Jerôme
Hace años mencionamos el libro: La vida instrucciones de uso/George Perec – Barcelona: Anagrama, 1992 – 634 p. ahí indicamos la historia del Señor Jerôme, es una historia conmovedora de investigación, reproduciré un fragmento: “Volvió a la calle Simon-Crubellier en 1958 o 1959. Era un hombre irreconocible, gastado, exhausto, acabado. No pidió su antigua vivienda, sino una simple habitación de servicio, si había alguna libre. Ya no era catedrático ni agregado cultural; trabajaba en la biblioteca del Instituto de Historia de las Religiones. Un “viejo erudito” a quien, al parecer, había conocido, en un tren, le daba ciento cincuenta francos al mes para hacer un fichero del clero español. En cinco años redactó siete mil cuatrocientas setenta y dos biografías de eclesiásticos en activo durante los reinados de Felipe III (1598-1621) Felipe IV (1621-1665) y Carlos II (1665-1700) y las catalogó después en veintisiete capítulos diferentes (por una coincidencia admirable, añadía con sarcasmos, en la clasificación decimal universal- más conocida como C.D.I. – el 27 es precisamente el número que se reserva para la historia general de la iglesia cristiana). El “viejo erudito” había muerto entre tanto. El Señor Jerôme, tras intentar interesar en vano al Ministerio de Educación Nacional, al Centro Nacional de Investigaciones Científicas (C.N.R.S.), a la Escuela Práctica de Altos Estudios (Sección VI), al Colegio de Francia y a unas quince instituciones públicas o privadas más en la historia, más movida de lo que se podía esperar, de la iglesia española en el siglo XVII, procuró, sin éxito, hallar un editor. Después de sufrir cuarenta y seis negativas categóricas y definitivas, cogió su manuscrito –más de mil doscientas páginas de una letra increíblemente apretada- y fue a quemarlo al patio de la Sorbona, lo que, por otra parte, le costó pasar una noche en la comisaría” pág 250-251 idem… si bien es una autoinmolación literaria, es un acto de protesta contra la cultura dominante y su represión editorial.
Historias budistas en Vietnam
En aquellos años de guerra en Indochina Vietnam se enfrentaba a Estados Unidos por su independencia, la era una enorme guerra desigual, la historia del pueblo vietnamita se desarrolló durante décadas del siglo XX, puesto que ya habían luchado contra la Francia colonial; eran los años sesenta y setenta, las noticias de los periódicos incluían apartados de los feroces combates armados, una narrativa bélica saturada de ofensivas aéreas, terrestres, navales que recordaban la Segunda Guerra Mundial, pero entre los tantos horrores descritos destacaban los bombardeos con un arma química llamada Napal, las ejecuciones a sangre fría frente a las cámaras de los militares Survietnamitas, la tierra arrasada en las aldeas de Vietnam del Norte, pero la más impactante en mis años escolares fue la de un monje budista que se inmoló voluntariamente rociándose gasolina en plaza pública, su actitud ante la muerte fue en posición de loto, según la fotografía de aquella época, para mi y quienes en pequeños grupos comentábamos era inolvidable, un acto extremo de monjes, al extenderse la guerra otros sacerdotes realizaron el mismo evento, a tal punto que la policía intervino y prohibió esas demostraciones antibélicas contra Estados Unidos, esa acción dio origen a otras expresiones reseñables: monjes con sus trajes naranjas contra policías antimotines, eran los extremos de la condición ciudadana, el pacifismo contra la violencia del Estado.
Historia del hombre norteamericano… autoinmolación por Palestina Libre
En nuestros tiempos en pleno desarrollo de otra guerra desigual Israel-Palestina, (25FEB024) un hombre con traje de fatiga militar se inmola en apoyo a la causa palestina frente a la Embajada de Israel en Washington DC, según los medios de prensa, exclamó en repetidos gritos: ¡Palestina Libre!… esa acción me condujo de nuevo a las historias ya indicadas, una secuencia de eslabonamiento de tiempo-actitud-guerra, que evoca la máxima opción de un ciudadano contra la opresión del poder político.
Horas después los medios norteamericanos y mundiales reseñaban esa historia entre ellos: New York Post, BBC, New York Times etc.
(Auto)Inmolación ideológica
Estos eventos tienen un carácter universal, esas actitudes de acciones en defensa de valores acontecieron en nuestra nación durante el Siglo XX por la Democracia, así es comprensible la guerra civil, puesto que se defendía un sistema de principios que no existían en la nación, entre ellos los Derechos Humanos, la Democracia etc. eso explica la actitud de miles de ciudadanos que no renunciaron a sus normas durante la peor década de nuestra historia, y triunfó con los Acuerdos de Paz.
Ahora observamos una inmolación a la inversa, algunos que juraban su amor a la revolución, a un Partido o una ideología, se unen a las fuerzas que niegan la Historia, destruyen monumentos de Paz, califican de farsa la guerra civil, pretenden reformar la Constitución etc. es una inmolación ideológica, solo falta que: “pidan el fusilamiento de sus antiguos camaradas…” lo cual no sería extraño.
Otras destrucciones simbólicas
Hay inmolaciones que constituyen leyendas nacionales, como el profesional que en acto público quemó su título de Doctor por la falta de justicia en la Corte Suprema, también el Estado ha cometido incineraciones libros como la Biblioteca de la Universidad Nacional en 1972 y si de actos destructivos hablamos anotemos el expolio de los archivos de la matanza del Mozote en el Archivo Nacional y otros… amazon.com/author/csarcaralv
Debe estar conectado para enviar un comentario.