TeleSUR
El Gobierno y el Partido Comunista de China (PCCh) consideraron una violación a su soberanía la reunión entre la líder de Taiwán, Tsai Ing-wen, y el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos (EE.UU.), Kevin McCarthy, en California, la víspera.
Los ministerios de Relaciones Exteriores y Defensa, la Asamblea Popular Nacional (Parlamento), así como la Oficina de Trabajo de Taiwán del Comité Central del PCCh y la embajada china en EE.UU. emitieron comunicados en protesta por el encuentro.
Las entidades chinas condenaron que Washington ignore la advertencia del país asiático y permita tanto la visita de tránsito como el intercambio; así como que la líder taiwanesa converse con otros congresistas y aproveche su estancia para hacer declaraciones a favor del separatismo.
Los documentos rechazaron esas acciones; que, aseveran, violaron el principio de “una sola China”, las bases de los vínculos con EE.UU. así como la soberanía e integridad territorial. Asimismo, reivindicaron al territorio de Taiwán como parte del gigante asiático y advirtieron del fracaso de cualquier intento por separarla.
Añadieron que la nación asiática dará una respuesta “firme y efectiva”, y exigieron a la Casa Blanca dejar de crear provocaciones políticas al respecto y cortar los contactos oficiales con la considerada “isla en rebeldía”.
Asimismo, medios locales chinos dieron a conocer que el Ejército nacional prepara maniobras similares a las de agosto del 2022, cuando ocurrió la visita a Taiwán de la expresidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, y que tienen listos planes de contingencia ante lo que la dirigente taiwanesa diga y haga en su estadía.
El asunto de la región de Taiwán resulta el fundamento de la base política de las relaciones chino-estadounidenses y la primera línea roja que no se puede traspasar en los vínculos bilaterales.
El principio de “una sola China” ha sido confirmado por la resolución 2758 de 1971 de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y, en la actualidad, 182 países, incluido EE.UU., tienen relaciones diplomáticas con el gigante asiático sobre la base de esa norma básica.