París/AFP
Las autoridades francesas prohibieron este viernes manifestaciones de apoyo a los palestinos previstas durante el fin de semana en París y en la región parisina, healing provocando la ira de sus organizadores, que recurrieron a la justicia.
Otras manifestaciones están previstas el viernes y el sábado en varios ciudades francesas, en momentos en que Israel intensifica su ofensiva en Gaza con una operación terrestre.
Las prefectura de París prohibió a realización de una manifestación propalestina que estaba prevista el sábado en la capital francesa, después que el domingo pasado se registraran choques delante de dos sinagogas al terminar una manifestación.
«Las condiciones para que el proyecto de manifestación prevista mañana (sábado) en París se desarrolle con toda seguridad no están reunidas hoy», declaró la prefectura.
«Ante los riesgos graves para el orden público que su realización generaría en un contexto de tensión creciente, el prefecto de policía decidió prohibir la manifestación», agregó.
Otra manifestación propalestina, prevista el domingo en Sarcelles (región parisina), fue prohibida, así como una proisraelí organizada simultáneamente en el mismo lugar a llamado de la Liga de Defensa Judía.
Los organizadores de la manifestación en París indicaron que presentarían un recurso de urgencia a la justicia este mismo viernes pidiendo el mantenimiento de la manifestación.
En conferencia de prensa, las organizaciones que llamaron a manifestar denunciaron una decisión «que se opone a una libertad fundamental», en palabras de su abogado, Hosni Maati.
«Dada la escalada en Gaza, la ira es grande y va a querer expresarse. Que la manifestación sea autorizada o no, habrá cientos o miles de jóvenes» que se dirigirán hacia el lugar previsto el sábado, declaró Alain Pojolat, del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA, extrema izquierda), una de las organizaciones que llamó a manifestar.
La prefectura precisó que su decisión fue tomada «al cabo de un procedimiento contradictorio» que tuvo lugar el jueves.
El viernes por la mañana, el ministro del Interior Bernard Cazeneuve declaró por radio que se pronunció en favor de la prohibición por considerar «intolerables» los «actos violentos» registrados el domingo pasado.
Ese día, se registraron choques delante de dos sinagogas al final de una manifestación propalestina entre manifestantes y miembros de la comunidad judía.
Esas riñas provocaron la inquietud de las autoridades religiosas judías y musulmanas y de los dirigentes políticos.
El presidente François Hollande alertó el lunes sobre los riesgos para el país de importar el conflicto israelo-palestino. Éste «no debe importarse a Francia», no debe haber «desbordes, intrusión o voluntad de intrusión en los lugares de culto», sean éstos sinagogas, mezquitas, iglesias o templos, dijo.
El viernes, la Liga de Derechos Humanos consideró que la prohibición de la manifestación es una «traba manifiesta a una libertad constitucional» y «una denegación de la realidad».
La organización estimó en un comunicado que «no sirve para nada tratar de acallar el sentimiento de rebelión que provoca la intervención militar israelí contra la población de Gaza».
Además de manifestaciones y polémicas, el conflicto israelo-palestino desencadena en Francia una ola de comentarios en los sitios internet de los medios y la redes sociales, que los moderadores intentan bloquear.
«No bien se menciona a Israel se desencadenan las pasiones, a veces con 20.000 o 30.000 comentarios sobre un artículo determinado, de los cuales sólo dejamos pasar entre 5 y 10%», comentó David Corchia, presidente de Concileo, una de las principales empresas de moderación subcontratadas por los medios.
Por lo general se bloquean entre un 25% y 40% de los comentarios, pero en lo que se refiere al conflicto israelo-palestino, el índice de rechazo alcanza entre 90 y 95%.
«Hay tres veces más comentarios que de costumbre, todos vinculados al conflicto israelo-palestino», dice Jérémie Mani, presidente de Netino, el líder del sector, que administra los sitios del diario Le Monde, la radio Europe 1 y los principales canales de televisión franceses.