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Nursultan/Prensa Latina
Fuerzas gubernamentales recuperaron este jueves el control de la plaza de la República en la ciudad de Almaty, luego de ser abandonada por participantes en disturbios de los últimos días en Kazajastán.
Testigos presenciales reportaron heridos y muertos a causa de los enfrentamientos armados en el lugar, pero no hay confirmación oficial sobre las cifras, indicó la agencia de noticias TASS.
La sede de la administración de la ciudad y la residencia del presidente kazajo, Kasym-Zhomart Tokáyev, en Almaty, también fueron liberadas de los ocupantes, que ayer vandalizaron e incendiaron ambos inmuebles, reportaron las autoridades.
Esta noche, la oficina del comandante de esa urbe informó que las fuerzas del orden público iniciaron una operación especial en la ciudad.
En la ciudad más grande del país este jueves hombres armados robaban en tiendas y destruyeron las vidrieras a su paso, según habitantes del lugar. “Muchos residentes de la ciudad están asustados”, comunicaron.
El Ministerio del Interior de Kazajastán informó que la policía detuvo a unos dos mil participantes en los incidentes durante las redadas en Almaty, informó este jueves el Ministerio del Interior.
La agencia de noticias Tengrinews informó que ya suman 13 los agentes policiales muertos en enfrentamientos con participantes en los disturbios en esa ciudad.
El Ministerio de Salud reportó más de mil heridos en diferentes regiones del país, de ellos cerca de 400 hospitalizados y 62 en cuidados intensivos, a causa de los choques entre agentes del orden público y manifestantes, según el canal de televisión Khabar 24.
Los enfrentamientos comenzaron el 2 de enero en las ciudades de Zhanaozen y Aktau, en el suroeste del país, donde los residentes protestaron contra la subida de los precios del gas natural licuado.
Dos días después, se produjeron enfrentamientos con la Policía en Almaty (sureste) y otras ciudades, en los que se han reportado cerca de 20 muertes, más de mil heridos, además de cuantiosos daños a edificios públicos, empresas y numerosas acciones de vandalismo. El mandatario kazajo decretó el estado de emergencia durante dos semanas en todo el territorio del país y destituyó al Gobierno.
Tokáyev se puso al frente del Consejo de Seguridad nacional y en su última reunión calificó de terroristas a los implicados en los enfrentamientos, a la vez que anunció medidas severas contra los culpables.
Pese a la dimisión del Gobierno y a la orden presidencial de regular de inmediato los precios del combustible, las protestas en el país continúan.
