La Paz / Prensa Latina
El primer lugar del Movimiento al Socialismo (MAS) en una encuesta generó entre sus adversarios alarma y un llamado a la unidad para evitar que gane en la primera ronda electoral y vuelva al gobierno en Bolivia.
El sondeo de la empresa Ciesmori, que ubica al candidato presidencial del MAS, Luis Arce, en primer lugar en preferencias electorales, con 31,6 por ciento, seguido por el exgobernante derechista Carlos Mesa (17,1), la presidenta continuista Jeanine Áñez (16,5) y el extremista político y religioso Luis Camacho (9,6).
Contando solo los votos válidos (sin blancos ni nulos), como se hará en los comicios del 3 de mayo, Arce tiene 36 por ciento, muy cerca del 40 por ciento requerido, junto a una ventaja de 10 puntos -que ya tiene, según el sondeo-, para ser elegido presidente en una sola ronda, sin necesidad de la segunda.
Tal panorama llevó a Camacho, candidato derechista del grupo Creemos, a pedir una reunión de todos los aspirantes anti-Evo para acordar la unidad contra el MAS, para lo cual dijo que está dispuesto a renunciar a su postulación.
‘Si seguimos así (divididos), Evo vuelve. Derrotamos al MAS pero estamos a un paso de que Evo vuelva’, exteriorizó en su llamado a la unidad entre quienes parecen estar de acuerdo solo en la oposición ultranza al líder indígena.
Camacho promovió semanas atrás una reunión similar de candidatos partícipes en la desestabilización de Morales, pero ninguno quiso dejar de lados sus ambiciones en aras de una candidatura común y todos siguen compitiendo por disputar una segunda vuelta frente a Arce.
Por el candidato de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, habló su aspirante a la vicepresidencia, Gustavo Pedraza, quien acusó a Áñez de ser responsable del dictamen adverso de la encuesta, porque con su postulación, dijo, dividió al voto contra el MAS.
Pedraza intentó restar importancia a la encuesta y dijo que el resultado demuestra que ‘la presidenta no debió ser candidata’ y al serlo, ‘el proceso de transición se contaminó de desconfianza y de sospechas’.
El exgobernante neoliberal Jorge Quiroga se negó también a deponer su candidatura. ‘Yo voy a seguir hasta concentrar el voto y ganar. Sé lo que estoy haciendo’, expresó, pese a que apenas tiene 1,6 por ciento en el sondeo citado, y acusó de manipulación a las encuestadoras.
Jeanine Áñez, por su parte, guardó silencio, pero uno de sus seguidores, el senador derechista Óscar Ortiz, celebró el tercer puesto de su candidata en el sondeo de Ciesmori y sostuvo que puede ganar en la primera vuelta, lo que descarta la unidad que propugna Camacho.
El candidato presidencial del Frente Para la Victoria (FPV) Chi Hyun Chung, un evangélico coreano-boliviano, emplazó a su turno a Camacho a renunciar a su postulación y le ofreció a cambio integrarse a la lista de candidatos de FPV, donde ‘hay espacios disponibles’, pese a que Chi solo tiene 5,6 por ciento de apoyo.
Entretanto, en las filas del MAS se alista una campaña de persuasión ‘puerta por puerta’ para acrecentar su ventaja, alcanzada pese a los intentos políticos y mediáticos de desacreditar al partido de Morales y al uso del sistema judicial con fines represivos, según denuncias internacionales.