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Avanzan En Latinoamerica Los Gobiernos Progresistas

Carlos Girón S.

La victoria de Evo Morales, cheap simplemente contundente, cialis sale en las elecciones del pasado domingo 12 de octubre, sovaldi en Bolivia, es una muestra más del avance del sistema de gobiernos progresistas en nuestros países latino-americanos, que a la vez están escribiendo una nueva historia de gestas independentistas, dando la espalda a   los modernos neocolonialismos, bajo la inspiración perenne y mirada visionaria del Gran Libertador.

El pueblo boliviano le dio este nuevo triunfo a Morales con el 60% de los votos emitidos, para que dirija los destinos del país por un nuevo período de 5 años, hasta el 2020, con lo que se convierte en el primer presidente de América Latina que batirá un récord de permanencia en el poder, con tres períodos consecutivos. Su principal opositor de la derecha, Samuel Doria Medina sólo obtuvo un 25.1 por ciento de los sufragios,  mientras que el ex presidente, también conservador, apenas logró un 9.6 por ciento.

La victoria del indio aymara, cuya ascendencia proclama orgullosamente, se debe fundamentalmente a haberse ganado el corazón de mucha gente, al reducir la tasa de pobreza, desde casi el 60 por ciento de la población, al 45 por ciento; incrementar el salario mínimo y lanzar planes sociales de ayuda a madres solteras, ancianos y niños. Algo así como lo que comenzó a hacer con el mejor sentido, sabiduría y amor de Patria auténtico, el pasado presidente Mauricio Funes, y continúa haciéndolo y mejorándolo el actual, Salvador Sánchez Cerén.

Las noticias dicen que, con los dos períodos anteriores de Morales, más de un tercio de la población boliviana se ha beneficiado de bonos sociales, empleos y ayudas, producto de la nacionalización de sectores estratégicos como los hidrocarburos, en medio de un auge de las materias primas que disparó el gasto público. Y una idea de la mejoría de las condiciones de vida de la población son las colas en los bancos, la actividad en los mercados, los restaurantes llenos y los edificios en construcción, lo que muestra que el Gobierno ha logrado una bonanza económica en un país que ha sufrido de una pobreza e inestabilidad crónicas.

Evidentemente, Evo Morales es querido y apreciado por el pueblo por su trabajo y dedicación a atender sus necesidades, con particular interés en los más necesitados. Es similar al caso del bien recordado Hugo Chávez, quien se desveló por cuidar de su pueblo, y cuya generosidad le llevó a tender la mano de ayuda a otros pueblos del mundo, como es el caso con el proyecto de “Misión Milagro” –que concibieron y pusieron en marcha con su gran amigo y compañero Fidel Castro.

En otro sentido, las noticias internacionales dicen que a pesar de su encendido discurso revolucionario, Morales ha mantenido la prudencia fiscal, ganándose los elogios de Wall Street por el crecimiento económico sostenido, el aumento de las reservas internacionales y tener la mayor tasa de inversión extranjera de Sudamérica en relación al tamaño de la economía.

“Lo que ha sucedido en Bolivia es una combinación de un favorable entorno económico exterior con una gestión económica que ha permitido aprovecharlo”, dijo Faris Hadad-Zervos, representante del Banco Mundial.

En Bolivia, lo que el pueblo trabajador está demostrando es que está contento con la clase de gobernante que otra vez, como las dos anteriores, le ha vuelto a tocar: que desde su llegada la primera vez, como seguramente lo seguirá haciendo en adelante— ha consagrado lo mejor de sus esfuerzos a trabajar por el bienestar y el progreso de las grandes mayorías, no a enriquecerse en lo personal, ni en lo familiar ni para las argollas, y menos dedicarse a robar para ir a parar tras los barrotes.

Y esto último es algo no muy fácil de explicar ni de comprender: que a los hombres y mujeres que llegan a ser gobernantes, a ser la cabeza principal de un conglomerado nacional no les baste el honor y privilegio de convertirse en líderes, guías, conductores de todo un pueblo, con todos los beneficios y distinciones que ello conlleva, y el placer y la satisfacción de ser servidores de sus hermanos compatriotas, preocupados en todo momento por idear planes y proyectos de carácter social y de desarrollo físico y económico, realizando obras de infraestructura para viabilizar el comercio, los negocios, las finanzas, pero poniendo siempre por delante el interés y el bien colectivo, sin concesiones ni privilegios para sectores particulares, elitistas, en detrimento de los intereses generales de sus países.

Muy triste es ver que quienes llegan a tener la distinción de ser conductores de una nación, se dejen dominar por instintos primarios; que no hagan uso de la valiosa y poderosa herramienta que es el poder de la razón; que no sean capaces de escuchar la voz interna, de la consciencia, que es el mejor consejero que pueden tener para ir siempre por el camino recto, para no resbalar ante las malas tentaciones, que no conducen a nada bueno, sino a situaciones tortuosas y dolorosas.

Los gobernantes son premiados en forma reiterada por sus gobernados, como en este caso de Evo Morales, cuando muestran honradez, entereza, buenas intenciones e ideales y vocación de servicio, gracias a lo cual la Bolivia de hoy ha dejado atrás la pobreza que sufría su pueblo..

Honrosamente, El Salvador se ha encaminado también en estos últimos años por el sendero del progreso gracias a gobernantes que han llevado por mira, por ideal, como estrella polar que les guíe, el trabajar por quienes les han honrado con el galardón de ser su guía, su heraldo de avanzada para la conquista de un futuro promisorio.

A El Salvador le cabe el orgullo de no haber esperado subirse al tren cuando éste ya tomó impulso; no, nuestro querido país arrancó marcha hacia un mejor progreso casi a la par de grandes países como Brasil, Venezuela, Ecuador y aún Nicaragua, con sus programas sociales. Algunos desarrollados aquí han merecido la admiración y aprobación dela misma ONU y de varios otros países, incluidos los mencionados y hasta asiáticos como Japón, que han expresado la intención de trasplementarlos localmente, en particular el exitoso proyecto de Ciudad Mujer.

Por último, como expresión del sentido de una nueva independencia soberana para Latino América, Evo Morales dijo al confirmar su nueva victoria: “Nuestras naciones no pueden ser gobernadas por banqueros ni por transnacionales”, ratificando así su propósito de continuar por la senda emprendida, a la que inteligentemente tiende a sumarse nuestro querido El Salvador.

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