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RT
Cualquier avión o nave utilizados para espiar los ejercicios navales conjuntos que Irán, Rusia y China realizan desde el viernes en el golfo de Omán serán atacados, advirtió el jefe adjunto del Ejército iraní para la Coordinación, el contralmirante Habibollah Sayyari.
En declaraciones a los periodistas, Sayyari apuntó que «muchos países definitivamente buscan saber» qué está pasando en estas maniobras.»Un juego de guerra conjunto no es broma y esto tampoco es una broma para nosotros», agregó el militar, citado por la agencia Tasmin.
«Golpearemos cualquier nave de espionaje en la zona de juegos de guerra, ya sea una embarcación o un avión, capacidad que ya hemos demostrado tener en el pasado», advirtió el comandante.
«Garantizar la seguridad comercial internacional»
Los ejercicios conjuntos, denominados Cinturón de Seguridad Marina, se desarrollan hasta este lunes en el océano Índico y el golfo de Omán.
El Ministerio de Defensa de China subrayó que estas maniobras se desarrollan «en consonancia con las leyes y prácticas internacionales» y que no guardan «ninguna relación con la situación en la región».
Según Pekín, el propósito de los ejercicios pasa por profundizar en el intercambio y la cooperación entre las fuerzas navales de los tres países, así como por dar una «demostración de la buena voluntad y de la capacidad de las tres partes para salvaguardar conjuntamente la paz mundial y la seguridad marítima».
Por su parte, el portavoz del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas iraníes, general de brigada Abolfazl Shekarchi, indicó que los simulacros se llevan a cabo, además, con el fin de «aumentar el poder y la experiencia para garantizar la seguridad comercial internacional en la región».
Los ejercicios tienen lugar en medio del empeoramiento de las relaciones entre Teherán y Washington. Las tensiones en el golfo han aumentado desde los ataques lanzados contra buques petroleros este verano, incluso frente a las costas de Emiratos Árabes Unidos, y al importante sufrido por instalaciones de energía en Arabia Saudita. Washington culpó a Irán, que ha negado estar involucrado.
