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Por Gabriel Rubio – Girón
Madrid/AFP
La presidenta chilena, shop Michelle Bachelet, defendió este jueves ante empresarios y diputados españoles la necesidad de fomentar un «crecimiento sostenido» en su país que vaya de la mano de una mayor «inclusión social».
«La desigualdad pone en riesgo el crecimiento sostenido», afirmó Bachelet durante su intervención en el foro «Invertir en Chile», organizado por el grupo multimedia Prisa con ocasión de su visita de Estado a España.
La presidenta explicó que Chile ha logrado grandes éxitos económicos desde los años 90 con una duplicación del PIB pér cápita, una inflación del 3% y una reducción de la pobreza.
Pero, «aún exhibe Chile niveles de desigualdad que superan los promedios de la OCDE», aseguró.
Por ello, el desafío del país sudamericano es «cómo seguir creciendo de la mano de más inclusión social», aseguró la mandataria, que defendió como una forma de responder a este desafío su reforma educativa.
«Es una necesidad ética, moral, de justicia, pero también es una necesidad desde el punto de vista de la economía: nos va a permitir aumentar nuestro capital humano, que apunta por un lado a igualar oportunidades, pero también a la buena construcción de un buen clima social», aseguró Bachelet.
Para financiar esta iniciativa, el gobierno chileno ha llegado a un acuerdo con todos los demás grupos políticos sobre una reforma tributaria que permitirá recaudar unos 8.300 millones de dólares adicionales anuales que se destinarán a gastos sociales.
Junto a estas dos reformas, Bachelet también explicó su intención de proceder a una reforma política para «fortalecer la capacidad del sistema político para representar la diversidad del país y procesar sus demandas».
Nueva Constitución
Poco antes, en una intervención ante el Parlamento español, Bachelet había explicado que el objetivo es «avanzar hacia una nueva Constitución que sea íntegramente democrática, en su origen, que incorpore a todos, que sea la expresión genuina del Chile de hoy».
La presidenta había en ese discurso encontrado «un rasgo común» de malestar ciudadano en España y Chile, recordando movimientos en ambos países como el de los «indignados» que pedían cambios políticos y económicos.
«Los ciudadanos se han movilizado de una manera nueva y portando banderas nuevas. No sólo se trata de demandas específicas, que las hay, pero también detrás de esas banderas nuevas hay un malestar por la manera en que en nuestras sociedades se desarrollan las relaciones sociales, políticas, financieras y la exclusión que mucha veces eso provoca», explicó la presidenta chilena.
La mandataria volvió a destacar ante los empresarios la seguridad jurídica de su país y mostró su intención de ir hacia una economía del conocimiento y tratar de depender menos de las materias primas.
Bachelet añadió que el país va a «invertir poderosamente en energía, a fin de asegurar el suministro energético», especialmente en energías renovables.
Además, Chile va a poner en marcha «una ambiciosa agenda de obras públicas de 28.000 millones de dólares, de los cuales 10.000 millones de dólares son para obras concesionadas en los próximos siete años».
La economía, que ya ocupó un lugar central en su visita a Alemania previa a su llegada a España, también tendrá, sin duda, su sitio en la reunión que mantendrán al mediodía la mandataria chilena con el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy.
Por la tarde, Bachelet, que el miércoles fue recibida por el rey Felipe VI, ofrecerá una recepción oficial en el palacio de El Pardo, residencia oficial de los mandatarios extranjeros en visita de Estado, con la que concluirá su estancia en la capital española.
