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Por Daniel Merolla
Buenos Aires/AFP
Las presidentas de Chile, Michelle Bachelet, y de Argentina, Cristina Kirchner, dieron nuevo impulso el lunes en Buenos Aires a un ambicioso plan de obras de caminería y ferroviarias en la fronteriza Cordillera de Los Andes, que fomentará el comercio bilateral y los vínculos entre Sudamérica y Asia.
La amistad personal y la simpatía política que volvieron a manifestarse entre Bachelet y Kirchner facilitó que firmaran sonrientes en el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada una batería de convenios, entre ellos uno que reactiva el Tratado de Maipú, suscripto por ambas en 2009 para mejorar la unión física argentino-chilena.
«Queremos duplicar la conectividad con la Argentina y con los países fronterizos», dijo la presidenta chilena en su primera misión al exterior desde que asumió en marzo pasado.
La ceremonia fue cálida, celebrada entre las gigantografías de mujeres argentinas célebres, entre ellas las Madres de Plaza de Mayo, la comandante de las guerras de la independencia Juana Azurduy, la poetisa Alfonsina Storni, la cantante Mercedes Sosa y la líder política Evita Perón.
«Sabemos ambas que la conectividad con Chile es trascendental para una mayor competitividad de la economía regional. Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Brasil necesitan trasladar la mercadería hacia la zona más dinámica del mundo, como es Asia, a través de Chile y el Pacífico», dijo Kirchner.
Mercosur unido a Alianza del Pacífico
Recibida en la puerta de la sede presidencial argentina por Kirchner, y con todos los honores de fanfarria militar, Bachelet planteó «reimpulsar el Tratado de Maipú» y «la relación de la Alianza del Pacífico con el Mercosur».
La Alianza del Pacífico es el bloque que integran Colombia, Chile, México y Perú, que en 2012 acordó liberar un 92% su comercio y entrar unidos a los mercados asiáticos.
Las obras del Tratado de Maipú, en etapa de planificación, incluyen un Túnel Trasandino Ferroviario de Baja Altura llamado ‘Aconcagua’ y el Túnel Binacional ‘Agua Negra’, entre otros pasos a través de la frontera compartida de unos 5.000 km.
Los lazos de Bachelet con Kirchner contrastan con la tibieza bilateral que se impuso durante el mandato del expresidente chileno Sebastián Piñera (2010-2014), menos afín ideológicamente a la presidenta argentina.
Así fue como durante la rueda de prensa fueron evitados con diplomacia temas delicados, como el pedido de extradición a Chile del exguerrillero chileno Galvarino Apablaza, acusado de secuestro y asesinatos en 1991 y que vive en Buenos Aires desde 1993, ahora con tres hijos argentinos.
«Es un asunto de la justicia», respondió escuetamente Kirchner, quien hace cuatro años se manifestó proclive a concederle refugio político a Apablaza.
Lan Chile y Apablaza
Otro asunto bilateral sensible que las mandatarias coincidieron en señalar como un asunto «judicial», y sobre el cual no desearon opinar, fue el reclamo de la aerolínea chilena Lan para no ser desalojada de un hangar del aeroparque Metropolitano de Buenos Aires, que se emplea para vuelos de cabotaje y hacia países limítrofes.
Lan goza de un amparo judicial para no ser desplazada del hangar, en un aeropuerto donde de hecho compite con la dominante Aerolíneas Argentinas.
Consultadas sobre si avanzaron en la cooperación contra el narcotráfico, Bachelet dijo que «no es algo que puedan solucionar solos dos países».
En tanto que Kirchner dijo que «ni Chile, ni Argentina son países productores de droga, son casi de tránsito, y lo que importa es que Europa y Estados Unidos participen en esta lucha».
«Como dijo un funcionario, (el secretario de Seguridad, Sergio Berni) Estados Unidos importa drogas y exporta muertes», afirmó la mandataria argentina.
Los vínculos entre Argentina y Chile son fluidos y empresas chilenas concentran en el mercado argentino un 19,5% de los recursos invertidos en el exterior en el período 1990-2013, con un volumen de 16.764 millones de dólares.
Pero la balanza comercial fue superavitaria para Argentina en 2.579 millones de dólares en 2013, con una baja de 21,6% en el intercambio comparado con el de 2012, según fuentes chilenas.
