Santiago Leiva
@DiarioCoLatino
Para predecir el futuro y analizar el presente se necesita ir al pasado. Se necesita coger el timón del DeLorean, cruzar la barrera del tiempo y aterrizar en 1987. Ese año Alianza y Águila se enfrentaron por última vez en la disputa de un título que acabó en las manos de los albos.
Ahora, 32 años después, Alianza y Águila, Águila y Alianza, volverán a cruzarse en una final y este duelo -bautizado como la “final soñada”- hace que las dirigencias blancas y anaranjadas se froten las manos por los ingresos y las hinchadas… cuenten las horas.
Y no es para menos, cuando paquidermos y emplumados se paren sobre el césped del estadio Cuscatlán, mañana a las 3:00 p.m., habrá un solo trofeo en disputa, pero será un título rodeado por 28 coronas con su respectiva historia.
Una final con historia
La lucha por el título del torneo Clausura 2019, entre Alianza y Águila, nos obliga a rebobinar la cinta hasta 1987; ya que en febrero de ese año, elefantes y pajarracos, disputaron la gran final de la temporada 1986-1987, y el festejo acabó del lado blanco.
La orquesta alba, con figuras como “Kin” Canales, Rubén Alonso y Carlos Reyes, se impuso en penales 3-1 sobre el equipo naranja de Baltazar Ramírez “el Pelé” Zapata, Ramón “Primitivo” Maradiaga y Carlos Carreño.
En esa temporada, los migueleños dominaron todo el certamen, pues en 33 partidos acumularon 16 victorias, 13 empates y cuatro derrotas. Los albos, mientras tanto, sumaron 13 ganes, 12 empates y ocho derrotas, por lo que debieron jugar un partido extra con Firpo, para meterse entre los semifinalistas.
Ya en la final, jugada en el otrora estadio Flor Blanca, blancos y anaranjados acabaron 0-0 en el tiempo reglamentario y debieron definir al ganador desde la lotería de los penaltis. En dicha instancia Alianza fue más efectivo, acabó imponiéndose 3-1 y se quedó con el título.
Diferentes épocas
Alianza se consagró campeón en una época en la que, en El Salvador, se pagaba en colones las entradas a los estadios, en las taquillas de cine reinaban películas como Robocop, Depredador y la Bamba; y en que Madona y Los Bukis hacían de las suyas con canciones de la talla de la Isla Bonita y Tu Cárcel, respectivamente.
Hoy en día, en cambio, la música la dominan “artistas” como Maluma, Osuna y Bad Bunny; las entradas al estadio se pagan en dólares y las marcas Sanyo o Taca son reliquias del pasado en las camisetas de Águila y Alianza.
Eso sí, la rivalidad entre los que lucen el color naranja de los migueleños y el blanco de los capitalinos se ha acrecentado a medida ha pasado el tiempo, mientras que la brecha en títulos se ha reducido.
Águila atesora 15 coronas y Alianza 13, pero desde 1987 hasta hoy, los albos han doblado en títulos a los migueleños: los elefantes han cosechado 10 campeonatos en los últimos 32 años y los anaranjados cinco.
En los últimos años Alianza ha sido muchos más exitoso y ha marcado paternidad sobre el Águila, pero mañana -sobre el césped del Cuscatlán- se enfrentan casi en igualdad de condiciones.
Los pupilos de Jorge “el Zarco” Rodríguez accedieron a la final tras dejar al Pasaquina y Municipal Limeño en cuartos y semifinales, mientras que los pupilos de Carlos Romro se deshicieron de FAS e Isidro Metapán.
En el torneo regular, los albos acabaron primeros producto de 15 victorias, cuatro empates y tres derrotas; los migueleños, por su parte, finalizaron segundos con 11 triunfos, ocho empates y tres derrotas.
A partir de esos números, pronosticar un campeón por anticipado resulta una faena arriesgada, a menos que abordemos el DeLorean y viajemos al futuro.