Por Karim Lebhour
Adis Abeba/AFP/PL
El secretario general de la ONU, advice Ban Ki-moon, pidió este lunes a los dirigentes del planeta «flexibilidad» y «compromiso», en la apertura de una conferencia sobre la financiación para el desarrollo en Adís Abeba.
«Exhorto a los dirigentes mundiales y a los ministros reunidos aquí esta semana (…) a que muestren flexibilidad y (sentido) del compromiso», declaró. «Dejemos de lado lo que nos divide y nuestros intereses particulares para trabajar juntos por el bien común de la humanidad».
El anfitrión de la conferencia, el primer ministro etíope Hailemariam Desalegn, reclamó que se prestara una atención particular a los países menos avanzados, de los cuales la mayoría (33 sobre 49) son africanos.
«Espero que en esta cumbre los países desarrollados se comprometan a dedicar al menos el 50% de su Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) a los Estados menos desarrollados», declaró.
Miles de delegados y cientos de ministros y jefes de Estado de países donantes y en desarrollo se reúnen para encontrar formas de financiar una erradicación duradera de la pobreza.
Tras la cumbre de Monterrey en 2002 y la de Doha en 2008, la reunión de Adís Abeba servirá para comprobar la voluntad de los Estados a la hora de poner en marcha la nueva agenda de desarrollo de Naciones Unidos.
Al respecto recordó que la financiación es clave para materializar la agenda post-2015, la cual debe adoptarse por los jefes de Estado o de Gobierno en septiembre próximo, en la sede neoyorquina de la ONU, para que esas metas «no sean más que promesas en un papel».
La financiación al desarrollo constituye una necesidad, en un planeta donde crecen la población y la falta de recursos, subrayó.
Ban insistió además en la importancia de hacer valer el principio defendido por Naciones Unidas de no dejar a nadie atrás, de gran valor si se tiene en cuenta que los anteriores objetivos de desarrollo (2000-2015) no pudieron evitar que más de 800 millones de seres humanos sigan en la pobreza y se mantengan enormes desigualdades.
El objetivo es encontrar financiación para los 17 objetivos de desarrollo sostenible que la ONU está fijando para 2015-2030 y que deben ser adoptados en septiembre en Nueva York.
Naciones Unidas aspira a erradicar la pobreza y el hambre en el mundo de aquí a 2030, mientras controla el cambio climático. Un reto enorme para el que se necesitarían unos 2.500 millones de dólares de ayuda adicionales por año, según la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo.
La elección de Etiopía como país anfitrión muestra la importancia del tema para el continente africano. El país, criticado por limitar los derechos humanos y que sigue entre los lugares menos avanzados, es considerado como un modelo de desarrollo.
Luchar contra la evasión fiscal
Los esfuerzos hechos en los últimos meses por acordar un documento final todavía no dieron resultado.
Los países ricos quieren encontrar nuevos fondos recurriendo a la financiación privada y a los ingresos domésticos de los países afectados, antes que por un aumento de la AOD. También piden que los países emergentes como India, China o Brasil contribuyan más a la ayuda internacional.
La conferencia debería, no obstante, reafirmar el objetivo de los países desarrollados de dedicar el 0,7% de su riqueza nacional a la ayuda al desarrollo, sobre todo para los países más pobres. Un compromiso que se ha respetado muy poco hasta la fecha.
Uno de los principales escollos de las negociaciones concierne la creación de un organismo fiscal internacional en el seno de la ONU para luchar contra la evasión fiscal de las multinacionales.
La elusión de las reglas fiscales por esas empresas priva a los países en desarrollo de cerca de 100.000 millones de dólares al año, según la ONG Oxfam.
Los países ricos no son partidarios de sacar las decisiones sobre fiscalidad internacional del marco de la OCDE y del G20 cuyas agendas controlan.