Rosmeri Alfaro
@RosmeriAlfaro
Fieles a su compromiso con los salvadoreños, un 14 de octubre de 1965, once maestros vicentinos decidieron fundar una cooperativa magisterial, sin pensar que en ese momento daban nacimiento a una empresa que sería de gran beneficio para el país.
Como un milagro financiero, así define Juan Pablo Durán, presidente de la junta de vigilancia del Banco Cooperativo Visionario, Bancovi de R.L., el crecimiento de la cooperativa, ya que con solo 5 colones cada uno, 55 colones de patrimonio, Bancovi inició sus operaciones. A 51 años de trayectoria, ese “pequeño capital”, ha pasado a ser de 21.5 millones de dólares.
Regidos en los siete principios rectores del cooperativismo a nivel mundial, poco a poco, los 11 vicentinos consiguieron más adeptos para lo que se conoció como Asociación de Ahorro y Crédito Magisterial Vicentina, Acovi de R.L.
A siete años de estar operando, en 1972, con 22 mil colones de capital, deciden ingresar al Instituto Salvadoreño de Fomento Cooperativo para convertirse en una cooperativa con personería jurídica, dejando de ser una cooperativa magisterial para convertirse en una comunal, lo cual permitió que no solo maestros formaran parte de ella, sino cualquier ciudadano que quisiera hacerlo.
En el período de la guerra continuó sus operaciones, aunque tuvo un crecimiento lento y no alcanzó a salir de San Vicente por la situación del país. “Jamás hemos dejado de operar, jamás hemos tenido un conflicto de gobierno, ni hemos tenido un período de dificultades administrativas”, aseguró Durán.
Fue en el año 93, cuando Acovi empezó a expandirse logrando hasta la fecha tener 12 agencias a nivel nacional y contar con más de 29 mil asociados.
En 2001, con la creación de la Ley de Intermediarios Financieros no Bancarios, Acovi decidió someterse al proceso de regularización, logrando hasta octubre de 2004 recibir la autorización para captar fondos del público y emitir todos los productos y servicios de un banco, pasando a llamarse en 2014, Banco Cooperativo Visionario.
“Esto nos permitió llegar a los 50 años estrenando nombre, una nueva agencia corporativa y dándonos a conocer a nivel nacional como una entidad cooperativa”, dijo.
El principal objetivo de Bancovi es atender y apoyar a los excluidos por la banca. Desde 2004 trabaja un programa especializado en microfinanzas que apoya a la micro y pequeña empresa con créditos desde 200 a $8,000. Alrededor de 1,800 mujeres, en su mayoría madres solteras, han salido de “las garras de los usureros” y ahora trabajan sus pequeños negocios con financiamiento de Bancovi, señaló su presidente.
De igual forma, Bancovi desarrolla el programa de atención de líneas de vivienda y línea consolidación de deudas; en el área de depósitos trabajan desde Bancovito, línea para que los niños aprendan a ahorrar, hasta las líneas de ahorros programados y depósitos a plazo.
“Hemos demostrado a lo largo del tiempo una alta eficiencia permitiendo que los depositantes bancarios nos tengan confianza, por ello nuestro crecimiento oscila entre el 18 y 23% cada año”, expuso. $2 millones es el monto mayor de préstamos que realiza esta banca.
Para Durán, el Sistema Cooperativo Financiero puede ser el futuro del país por ello piden al gobierno les quite “algunas ataduras” y les ayude a competir en igualdad de condiciones para que la banca cooperativa, en un mediano o corto plazo, pueda convertirse en una alternativa.
El sector cooperativo en el país atiende un segmento de mercado que no es atendido por la banca. La importancia de las cooperativas, dijo, es que todo lo que produce lo invierte en el país, a diferencia de los bancos transnacionales, que posiblemente todas las ganancias son invertidas en el país de origen.
“Somos las cooperativas las que nos atrevemos a confiar en la honestidad de los micro y pequeños empresarios y en el buen uso que harán de sus recursos”, manifestó.
“Las cooperativas son un ejemplo de economía ya que potencian sectores que nadie quiere, los micro, pequeños y medianos empresarios, generando empleos y dando un plus a la economía del país”, agregó.
Las cooperativas van en aumento.
“Es una pena lo que pasa con el Instituto Salvadoreño de Fomento Agropecuario (INSAFOCOOP), no es posible que funcione con un millón de dólares desde hace más de 15 años. No es posible que esté tan limitado y entre tanto dinero que invierte el Estado no inviertan más en el instituto para que pueda llevar mejor atención y acompañamiento al cooperativismo en el país”, señaló.
De acuerdo con Durán, es una lástima que el gobierno no cumpla con el mandato constitucional que demanda el fomento y financiamiento de las cooperativas en el país, sino que aunado a ello, dijo, les prohíbe una serie de situaciones que a la banca transnacional le permite. “Nos aplican un trato igual para cumplimiento de normas, pero un trato desigual en derechos”, enfatizó.
El trabajo de Bancovi va más allá, en el tema de responsabilidad social, alrededor de 250 y $300 mil son invertidos anualmente para respaldar sectores vulnerables, instituciones benéficas, el deporte, la recreación y el arte.
“Básicamente lo que hacemos es devolver buena parte de lo llega a través de los intereses de nuestros créditos a las mismas comunidades”, expresó.
Dentro de dos años, Bancovi proyecta tener un centro financiero en San Salvador. Asimismo, esperan inaugurar la línea de cuenta corriente y la tarjeta de débito, además, ampliarse y llegar a los departamentos de Sonsonate y Usulután.
“Con la cuenta corriente queremos fortalecer nuestra relación con la mediana y gran empresa, sin abandonar jamás la micro y pequeña”, aclaró Durán.
Continuar invirtiendo en programas sociales y expandirlos a nivel nacional, es otra de las metas de Bancovi.
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