Entre hoy y mañana se desarrollará, help en la ciudad de Panamá, no rx la VII Cumbre de las Américas, convocada por la Organización de Estados Americanos (OEA), en la que el Presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, llegará en solitario, luego de sufrir una derrota diplomática continental, si no es que mundial, por el tema de Venezuela.
La ahora llamada Cumbre de las Américas nació a mediados de la década de los 90 del siglo recién pasado, a iniciativa de los Estados Unidos, para implantar el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Por cierto, fueron los países suramericanos, encabezados por la República Bolivariana de Venezuela, bajo el liderazgo de Hugo Chávez, que se derrotó el ALCA, lo que, por supuesto, no olvida Estados Unidos.
Recientemente, el Presidente Obama cometió la torpeza de declarar a Venezuela como “una amenaza a la seguridad de los Estados Unidos”, lo que no solo fue rechazado por la misma Venezuela, sino que por todos los países de Latinoamérica. A ese rechazo se sumaron China, Nepal, Filipinas y el G77, en el que se encuentra Rusia.
Aquí en El Salvador, no solo el Gobierno rechazó el decreto de Obama, que a todas luces transgrede el derecho internacional y la autodeterminación de los pueblos, esenciales para la convivencia pacífica, sino que, en una semana, el partido de Gobierno, el FMLN, recogió más de 25 mil firmas para pedir a Obama la derogatorio del vergonzoso decreto.
Por eso es que afirmamos que Estados Unidos, y por supuesto Obama, llega solitario a esta cumbre, sin el apoyo que otrora conseguía de Gobiernos considerados de su patio trasero.
Este sería el segundo revés que recibe Estados Unidos, el promotor de esta cumbre, pues, los Gobernantes continentales acordaron en la anterior cumbre, desarrollado el 14 y 15 de abril, en Cartagena de Indias, Colombia, que no se desarrollara una cumbre más sin la presencia de Cuba.
Por eso es que, quien si llega con la frente en alto y con el apoyo continental, por primera vez a esta Cumbre de las Américas es Cuba.
Obama tiene el reto, si es que quiere terminar su Gobierno de forma digna, no solo estrechar la mano al Presidente Raúl Castro, con lo que se sellarían las negociaciones que han propiciado la reapertura de Relaciones Diplomáticas entre ambas naciones, sino que anunciara la derogatoria del decreto que atenta contra el Gobierno y pueblo de Venezuela.
De hecho, en los últimos días han habido declaraciones de altos funcionarios de la diplomacia de Obama, quienes han dicho que: “Estados Unidos no cree que Venezuela represente alguna amenaza para su seguridad”.