Madrid/dpa
Con mal juego, mucho sufrimiento y remontando en el marcador, el Barcelona se consolidó hoy en la cima de la Liga española de fútbol al superar por 2-1 al combativo Getafe en su agónico duelo por la cuarta fecha.
Sin los goles del vigilado Lionel Messi y el buen fútbol que exhibió el pasado martes ante la Juventus en la Liga de Campeones europea, los azulgrana sumaron su cuarta victoria en la Liga y tres nuevos puntos gracias a los salvadores goles de Denis Suárez, en el 62’, y del brasileño Paulinho, en el 84’.
El japonés Gaku Shibasaki, en el 39’, había adelantado al Getafe con un sensacional gol. No fue suficiente. Tampoco el gran partido defensivo de los madrileños, dominadores del choque durante muchos minutos.
Con paciencia y dos buenos revulsivos desde el banco, los dirigidos por Ernesto Valverde (12) se situaron a siete puntos de distancia del Real Madrid, que mañana visita a la Real Sociedad, hasta hoy colíder de la Liga.
El Barcelona redobló así la presión sobre los blancos, casi obligados ahora a ganar.
A los azulgrana, la victoria de hoy les costó más que ninguna. Con la compostura que ya había mostrado en los tres primeros partidos de Liga, el Getafe fue claramente superior a los catalanes durante la primera parte. Hizo el partido que quería, controló el ritmo y, con todo merecimiento, salió de ella con ventaja en el marcador.
El gol de Shibasaki, espectacular, fue el premio a la insistencia de los de Bordalás que, ya en el minuto 15, habían desaprovechado la ocasión de adelantarse en un remate de Jorge Molina completamente solo.
Ese aviso y la evidencia de que los suyos no se habían metido aún en el choque llevaron a Valverde a cambiar su dibujo inicial, desplazar a Messi a la banda derecha -había salido centrado-, a Dembélé a la izquierda y a mantener a Luis Suárez como delantero centro.
Los movimientos del técnico no habían siquiera hecho efecto en su equipo cuando Dembélé tuvo que ser sustituido por lesión. En su primer partido como titular con el Barcelona, el joven francés apenas aguantó 23 minutos sobre la cancha.
A la espera del comunicado oficial del club, todo apunta a una lesión muscular en los isquiotibiales de la pierna izquierda.
Gerard Deulofeu entró en su lugar y nada cambió para un Barcelona que, a la media hora pudo abrir el marcador, con un cabezazo de Samuel Umtiti a centro de Andrés Iniesta. Solo, sin oposición en el punto de penal, el central galo remató demasiado centrado.
Superado el susto, el Getafe siguió dominando, dejando al Barcelona sin espacios, y a Messi, sin resquicios para desequilibrar.
Antes de la pausa, los de Bordalás remataron la faena con el magnífico tanto del talentoso Shibasaki que, desde la frontal del área y sin dejar que el balón tocara el piso, convirtió el centro de Bergara desde la derecha en un misil imparable para Marc André Ter Stegen.
El arquero alemán del Barcelona recibió su primer gol en lo que va de Liga por toda la escuadra derecha. Los azulgrana apenas pudieron responder en el tiempo añadido con una falta lanzada por Messi. El astro argentino buscó la escuadra derecha de Vicente Guaita y este sacó una mano providencial para evitar el empate. La igualada llegaría tras el descanso, después de que Valverde diera entrada a Denis Suárez en el lugar de Iniesta. Acertó de pleno.
El mediocampista gallego firmó el gol del empate en una jugada en la que Deulofeu recuperó el balón y Sergi Roberto, por la derecha, lo peleó hasta quedárselo para centrar. Denis, desde el área grande y escorado a la derecha, culminó la acción con un fantástico disparo que se coló por el palo largo de Guaita.
Bastantes minutos después, cuando ya todo apuntaba al empate después de que el Getafe estrellara en el palo su más clara ocasión para ponerse de nuevo por delante, un nuevo cambio de Valverde le dio los tres puntos al Barcelona. Paulinho, que había entrado por Rakitic en el 77’, firmó el segundo tanto azulgrana con un buen disparo tras un gran pase de Messi.
El Barcelona festejó así un costosísimo triunfo que lo situó con siete puntos de ventaja sobre el Real Madrid, su máximo rival.