Barcelona/dpa
La décimo cuarta fecha de la Liga española de fútbol supuso una bocanada de aire para el Real Madrid que, pharmacy look tras aplacar su crisis con una goleada por 4-1 ante el Getafe, generic vio cómo el Barcelona le echaba una involuntaria mano al ceder un empate 1-1 en la cancha del Valencia, cuando ya contaba con los tres puntos.
El gol de Santi Mina a cinco minutos para la conclusión del duelo desarmó las cuenta de los azulgrana que, tras una primera parte primorosa en la que sólo les faltó el gol, acabaron lamentando todas las ocasiones falladas frente al arco valencianista.
«No tengo nada que reprochar a mis jugadores. Han hecho un partido muy completo en un campo dificilísimo y hemos sido dueños de todo el partido, pero el fútbol no nos pagó todo el esfuerzo hecho», afirmó Luis Enrique, técnico del Barcelona, un año después de que su equipo arrancara una agónica victoria en Mestalla en el minuto final.
Doce meses después se giró la tortilla y compensó a un Valencia convulso, que compareció con muchas bajas entre sus titulares y un entrenador interino, cuya historia al mando del banco no llegará a la próxima fecha.
El vigente campeón de Liga mantiene, no obstante, la cima del campeonato y, sobre todo, la fé en su juego, que volvió a ser de gran nivel durante los primeros 45 minutos del choque y se mantuvo de manera más que aceptable en la segunda, cuando el uruguayo Luis Suárez abrió el marcador que luego igualó Mina.
Dos puntos de ventaja siguen separando a los dirigidos por Luis Enrique del Atlético de Madrid, que en su primer partido sin el portugués Tiago se impuso cómodamente 2-0 al Granada.
El Real Madrid, con su goleada frente al Getafe, recortó a cuatro la diferencia de seis unidades que tenía con el Barcelona.
Los azulgrana, sin embargo, no se mostraron inquietos por el recorte de sus rivales. Salvo en el gol, su partido fue tan completo que no generó dudas.
«Hemos jugado un grandísimo partido a todos los niveles», sentenció Andrés Iniesta, magistral una noche más.
«No es un paso atrás. Si seguimos jugando así, ganaremos la mayoría de partidos. Pero, a veces, una tontería te cuesta puntos», añadió Sergio Busquets.
Con el once de gala siete meses después en la Liga y conducido por un sensacional Iniesta, los dirigidos por Luis Enrique dieron un auténtico recital de juego en la primera parte, que concluyó sin goles de manera milagrosa.
Los azulgrana contaron hasta cinco clarísimas ocasiones, todas protagonizadas por el tridente, que se autonutrió como de costumbre y se benefició de la clarividencia del mediocampista español.
Desde el minuto inicial, Iniesta repartió juego a su antojo y los tres astros amenazaron el arco defendido por Jaume Domenech con menos puntería que en las últimas semanas.
El Valencia, bien asentado en la cancha, sólo fue capaz de responder al aluvión azulgrana entre el minuto 5 y 20 de partido. Después, los dirigidos por Salvador González «Voro» se echaron atrás para contener el torrente de juego del Barcelona, confiando en que en algún momento les llegaría su ocasión.
«Hemos hecho el partido que teníamos que hacer para conseguir algo. Esto supone un punto y, sobre todo, la primera piedra para recuperar la confianza y seguir escalando a todos los niveles», afirmó, muy satisfecho, Voro, que mañana cederá el mando a Gary Neville.
Tras los reiterados fallos azulgrana, Luis Suárez prolongó su racha goleadora y acabó con la ansiedad en el 59, en una gran combinación con Messi, que volvió a habitarlo al espacio para que el uruguayo, arrancando desde una posición dudosa, culminara con la derecha.
Todo parecía dispuesto para que el Barcelona sumara tres nuevos puntos, hasta que Santi Mina culminó con un fuerte disparo la buena dejada de Paco Alcácer.
Varias horas antes, y después del revuelo armado por su descalificación en la Copa del rey española por alineación indebida del ruso Denis Cheryshev, el Real Madrid había hecho ante el inofensivo Getafe lo que le correspondía para calmar las aguas.
«La reacción después de una situación difícil ha sido muy positiva y con eso me quedo», afirmó Rafael Benítez, el entrenador del Real Madrid, después de que el francés Karim Benzema (dos), el portugués Cristiano Ronaldo y el galés Gareth Bale se reencontraran con el gol frente a la hinchada que una semana antes había asistido atónita al humillante 4-0 frente al Barcelona.
Pese a la goleada y al buen partido del Real Madrid en la primera parte, algunos seguidores blancos dedicaron pitos al técnico español y pidieron la dimisión del presidente Florentino Pérez.
En el resto de la jornada, los empates marcaron la tónica. El Deportivo no pudo pasar del 1-1 frente al Sevilla y el Betis también rescató un punto en los minutos finales con otro 1-1 ante el Celta.