Barcelona/España/AFP
Un año más tarde de lo esperado, el FC Barcelona cerró la llegada del delantero francés Antoine Griezmann, un refuerzo controvertido por las calabazas del “principito” al club azulgrana la temporada pasada y la reacción airada del Atlético de Madrid.
“Griezmann, c’est magnifique!”, celebraba el FC Barcelona sobre una fotografía antigua del francés en la que habían superpuesto la camiseta azulgrana que deberá defender las próximas cinco temporadas.
Sensaciones muy distintas se desprendían de la que ha sido la casa del campeón del mundo en las últimas cinco temporadas: furioso por la marcha de su astro, el Atlético de Madrid consideró “insuficiente” los 120 millones de euros vertidos por los azulgrana para liberarlo de su contrato vigente. Aunque desde el 1 de julio la cláusula de rescisión de Griezmann eran estos 120 millones, los rojiblancos consideran que el contrato se cerró antes de terminar la temporada, cuando el monto ascendía a 200 millones de euros. “Es obvio que el compromiso del jugador y del Fútbol Club Barcelona se cerró antes”, señaló el Atlético en un comunicado, anunciando haber iniciado “procedimientos” para defender sus “derechos e intereses”.
A mediados de mayo, el delantero de 28 años ya había anunciado su marcha del Atlético de Madrid y, en plena pugna entre su club y el Barça, el domingo pasado no se presentó a la vuelta a los entrenamientos de los hombres de Diego Simeone.
A la segunda, la vencida
Su destino no es otro que el club al que dio calabazas hace un año en un documental emitido en directo por televisión para anunciar “la decisión” de quedarse en “su casa” del Atlético.
En un vídeo difundido por el Barça unas horas después del anuncio del fichaje el viernes, Griezmann aludía a esta “segunda” oportunidad aprovechada para fichar por el Barça.
“Mi padre me enseñó de pequeño que los trenes no pasan solo una vez. Ha llegado la hora de aceptar el reto de un nuevo destino. Al fin, nuestros caminos se unen. Defenderé la camiseta del Barça con entrega y compromiso. Es nuestro momento, este es nuestro camino”, afirma ‘Grizou’ en ese vídeo.
“El jugador firmará contrato con el club para las próximas cinco temporadas, hasta el 30 de junio de 2024, con una cláusula de rescisión de 800 millones de euros”, había informado antes el FC Barcelona.
Los azulgrana intentaron negociar un traspaso con el Atlético para evitar pagar los 120 millones de euros al contado y los impuestos correspondientes, pero los madrileños se cerraron en banda acusando al Barça y a Griezmann de haberles faltado al respeto.
El francés, referente en el Atlético y en Francia, deberá ahora acostumbrarse a compartir protagonismo ofensivo con el astro Lionel Messi y el uruguayo Luis Suárez.
Una terna atacante a la que todavía se le podría sumar otra “vedette” si los rumores se convierten en realidad y el brasileño Neymar toma el viaje de vuelta a Barcelona tras su abrupta marcha al París SG en 2017 por 222 millones de euros.
Para Griezmann, Barcelona supone una oportunidad de engrosar su palmarés: tras 257 partidos y 133 goles con el Atlético de Madrid, solo levantó una Supercopa de España y una Liga Europa.
Griezmann es la segunda incorporación del Barcelona después del prometedor centrocampista holandés Frenkie de Jong del Ajax (75 millones más variables) al terminar una temporada agridulce: campeones de Liga, perdieron la final de Copa y encajaron una dura eliminación europea ante el Liverpool.