Barcelona/dpa
El Barcelona dejó hoy prácticamente resuelta su clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones al vencer 3-1 a un apático Olympiakos que renunció a intentar aprovechar su superioridad numérica en la segunda parte.
Un gol de propia puerta de Nikolaou abrió el camino del triunfo azulgrana, definido en la segunda parte con los tantos de Lionel Messi y Lucas Digne a pesar de la expulsión de Gerard Piqué a los 42 minutos. Ya casi al final llegó el tanto del honor para los griegos, anotado precisamente por Nikolaou.
El choque fue un paseo para el equipo de Ernesto Valverde, que completó su tercer triunfo en otras tantas jornadas de la fase de grupos de la Liga de Campeones. El Olympiakos sigue sin puntos en el Grupo D y en el Camp Nou demostró la razón.
El Barcelona no necesitó sudar para llevarse uno de sus triunfos más cómodos de la presente temporada. A los 18 minutos, Nikolaou marcó en propia puerta y después el azulgrana Paulinho estrelló un cabezazo en el travesaño. Eso fue todo lo que ofreció la primera parte junto a la expulsión de Piqué.
El central español vio una primera tarjeta amarilla por empujar a un contrario y una segunda por rematar a gol con la mano. Una expulsión tan justa como absurda.
Sin embargo, el Olympiakos renunció a cualquier posibilidad de intentar aprovechar la superioridad y lejos de emprender la aventura de la remontada se refugió en su área. Siguió replegado atrás y hasta renunció a la opción de utilizar contras para provocar alguna preocupación en su rival.
Ante esta perspectiva, el Barcelona dominó por completo y no notó la expulsión de Piqué. Lo mejor de la noche ocurrió a los 61 minutos con un lanzamiento directo de falta que Messi ejecutó a la perfección para llevar el clamor al Camp Nou.
Y tres minutos después la fiesta encontró un invitado sorpresa. Messi hizo una sensacional jugada individual, llegó a la línea de fondo, centró atrás y apareció el lateral francés Digne para marcar con un disparo raso.
El Barcelona decidió tomarse el choque como un entrenamiento con público dada la apatía y falta de competitividad del rival, que sin embargo obtuvo un mínimo premio a dos minutos del final con un cabezazo de Nikolaou tras un saque de esquina. Así resolvió el Barcelona un triunfo más dentro de una Liga de Campeones que de momento está siendo casi un paseo para el conjunto de Valverde.