Barcelona/dpa
En una jornada de múltiples cambios en la punta de la Liga española de fútbol, el Barcelona mantuvo finalmente el liderato al imponerse hoy 6-0 al Sporting de Gijón con cuatro goles del uruguayo Luis Suárez y tres goles de penal, después de que el Real Madrid y el Atlético tomaran la cima de manera sucesiva por unas horas.
Los tantos del argentino Lionel Messi, en el minuto 12 de partido, de Suárez, en el 63′, el 73′, el 77′ -los dos últimos de penal- y el 87′, y del brasileño Neymar, también de penal en el 85′, devolvieron a los azulgrana el primer puesto que ostentó el Real Madrid tras imponerse 3-2 al Rayo Vallecano y, luego el Atlético, después de superar 1-0 al Málaga.
Obligados a ganar para mantenerse en la cerrada pelea por la Liga, ninguno de los grandes falló en la trigésimo quinta fecha y, a falta de tres jornadas para la conclusión del campeonato, mantuvieron el torneo al rojo vivo, con Barcelona y Atlético empatados a 82 puntos y el Real Madrid pisándoles los talones con 81.
Consciente de la necesidad del triunfo, el Barcelona encaminó pronto su duelo con el Sporting con un gol muy poco ortodoxo de Messi que, al cuarto de hora, cabeceó por encima de Iván Cuéllar, con una tremenda parábola, un balón mal despejado por que el arquero del Sporting.
Los de Abelardo reclamaron falta de Luis Suárez a Cuéllar en la acción, que había iniciado Neymar en la banda y continuado Andrés Iniesta con un disparo de cuchara.
Tras la goleada 8-0 ante el Deportivo de La Coruña el pasado miércoles, el tempranero tanto azulgrana pareció anunciar una plácida noche en el Camp Nou. Pero nada más lejos de la realidad.
El resto de la primera parte fue casi una pesadilla para los dirigidos por Luis Enrique, que jugaron con fuego y no secundaron con su juego la ventaja lograda.
Faltos de ritmo e intensidad y vulnerables en defensa, los azulgrana concedieron un par de ocasiones para que el Sporting, que adivinó las flaquezas, igualara el duelo.
Si no lo hizo fue, en parte, porque el argentino Javier Mascherano sacó una pierna salvadora sobre la línea de gol, para evitar lo que parecía un gol cantado del Sporting. Igualmente, el visitante habría podido lograrlo, si Gerard Piqué no hubiera seguido la jugada para salvar en segunda instancia con su cuerpo, justo cuando rozaba el descanso.
Pese a su mal juego, también el Barcelona pudo ampliar su ventaja, si Neymar hubiera acertado con el arco tras un gran servicio de Messi, que el brasileño acabó rematando mal.
Falto de confianza, Neymar está muy lejos de ser el jugador que, en ausencia del astro argentino, decidía partidos junto a Suárez. No le sale nada y hasta parece haber perdido el buen entendimiento con sus compañeros de tridente.
No mejoró su acierto el brasileño en la segunda parte, pese a los intentos de Messi por que firmara un gol.
Visto el panorama y las malas sensaciones que había dejado el equipo en el primer acto, el astro argentino del Barcelona decidió poner la máquina a carburar al ritmo que él quería.
Las ocasiones se sucedieron, entonces, para los azulgrana hasta que Luis Suárez firmó el segundo al rematar de manera impecable un servicio de Iniesta, tras una jugada iniciada, una vez más, por Messi.
Aunque la gloria se la acabó llevando Suárez por los cuatro goles que acabó convirtiendo por segunda fecha consecutiva, el 10 azulgrana fue el hombre que decidió el encuentro con sus acciones y también sus gestos.
Además de marcar y asistir a sus compañeros, Messi cedió a Suárez los dos penales que reforzaron al uruguayo como máximo goleador de la Liga con 34 tantos, tres más que el portugués Cristiano Ronaldo.
Tampoco quiso el astro argentino lanzar el tercer penal, muy riguroso, que remató Neymar para aliviar parte de su frustración.
Hubo aún tiempo para Suárez anotara su cuarto tanto, como en Riazor, y el Barcelona conservara el liderato de la Liga con otra goleada que escondió algunos de sus males, pero mantuvo intactas sus opciones al título.