Diario Co Latino 134 años comprometido con usted
Artículos relacionados
Madrid/Barcelona/dpa
El Barcelona, una institución con 695 millones de euros de presupuesto, dejó la temporada en manos del milagro mientras arrecian las críticas a la viabilidad de un proyecto inestable.
“Tengo la sensación de revivir una pesadilla, claramente, y eso es una sensación muy lamentable”, reconoció el martes su técnico, Luis Enrique, tras la derrota 3-0 ante la Juventus en los cuartos de final de la Liga de Campeones.
Evocaba así sus sensaciones del 14 de febrero, cuando cayó 4-0 ante el Paris Saint-Germain y quedó pendiente de un milagro que sí se produjo, pues remontó con un histórico 6-1.
Ahora se ve en las mismas. Es decir, el equipo de Lionel Messi, Neymar y Luis Suárez, el de la multimillonaria “MSN”, quedó a expensas de otro milagro la próxima semana para seguir vivo en la máxima competición continental.
En estos momentos, el ambiente no parece demasiado propicio, por más que quepa sospechar que conforme se vaya acercando la hora del encuentro el nivel de esperanza de sus hinchas irá aumentando. Pero el rostro y las palabras de Luis Enrique no fueron demasiado alentadoras.
“Hoy me cuesta más creer”, aseguró el preparador cuando fue preguntado por la posibilidad de otra remontada.
Y es que ni el juego que está mostrando su equipo ni las propias virtudes de la Juventus -apenas dos goles recibidos en Liga de Campeones esta temporada- infunden demasiado optimismo. Además, el conjunto turinés está avisado.
La realidad es que este Barcelona puede perder contra cualquiera. Lejos de ser una impresión, se trata de un hecho constatable.
Por ejemplo, en la Liga española cayó ante Alavés, Celta de Vigo, Real Sociedad, Málaga. Todos ellos son equipos por debajo de la décima posición.
Y en la Liga de Campeones perdió estrepitosamente en la visita a los mejores equipos a los que se enfrentó.
Así, cayó sucesivamente en los campos de Manchester City (3-1), Paris Saint-Germain (4-0) y Juventus (3-0). El global 10-1 es inapelable.
Más allá de las obligadas palabras de Andrés Iniesta y Luis Enrique a los medios oficiales de UEFA, ningún futbolista del Barcelona habló para los medios tras el desastre de Turín.
La prensa sí ofrece sus explicaciones y en algún caso pronostica un final de ciclo. La palabra “remontada” casi ni se pronuncia.
“Ya no juegan a fútbol sino que están a expensas de los goles y de los momentos, de las hazañas y de la épica, de lo que fueron y no de lo que son, un rival apetecido por los rivales sedientos de gloria como la Juve”, opinó “El País”.
Y para “Sport”, “pase lo que pase, el Barça pide a gritos una revolución”.
A mes y medio para que concluya la temporada, el Barcelona se situó sobre el alambre y con el riesgo máximo de finalizar la temporada sin celebrar un gran título cuando hace solo una semana aspiraba a un “triplete” histórico. Ahora solo parece factible la Copa del Rey, en cuya final se medirá al Alavés.
En los últimos cuatro días perdió 2-0 ante el Málaga en la Liga española y cayó 3-0 ante la Juventus. Esto es, sumó un global 5-0 en dos partidos idénticos: su ataque fue absolutamente estéril y regaló muchísimo en defensa.
Si en la Liga de Campeones vive pendiente del milagro, en la Liga española tampoco tiene una fácil solución.
La próxima jornada recibe a la Real Sociedad, que le empató 1-1 en la primera vuelta, y después, cinco días más tarde de medirse a la Juventus, visitará al Real Madrid en un encuentro decisivo.
El equipo azulgrana está a tres puntos de los blancos, que además tienen un partido menos. Está obligado a ganar el clásico para seguir vivo y jugará sin el sancionado Neymar, probablemente su delantero más en forma.
