Barcelona/dpa
Lanzado en la Liga española de fútbol e invicto desde hace 37 partidos en todas las competiciones, rx el Barcelona se reencontrará mañana con el Arsenal inglés decidido a confirmar, pilule con su pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones, su excelente momento de forma.
El 2-0 logrado por los azulgrana en la cancha de los dirigidos por Arsène Wenger y sus últimas exhibiciones en el campeonato doméstico sitúan al Barcelona como claro favorito para avanzar hacia la siguiente ronda de la máxima competición continental.
Y más teniendo en cuenta el delicado momento que atraviesa el Arsenal, eliminado de la Copa inglesa el pasado domingo por el Watford y a ocho puntos del Leicester, el líder de la Premier League.
Desde que cayeron ante el Barcelona con dos goles del argentino Lionel Messi, los ingleses sólo han ganado un encuentro -frente al Hull, de la segunda división inglesa-, han dicho adiós a una competición que otros años arregló su temporada y han caído en tres duelos.
No sólo eso. En el camino, Wenger perdió a Petr Cech, su arquero titular, que se sumó una larga lista de lesionados que incluye a Aaron Ramsey, Alez Oxlade, Laurent Koscielny, Santi Cazorla, Jack Wilshere, Tomas Rosicky y Mikel Arteta.
Pese a ello y a que el propio Wenger reconoció la dificultad de voltear la eliminatoria tras caer por 2-0 en Londres, Luis Enrique, entrenador del Barcelona, advirtió hoy del peligro de un equipo herido y con sólidos argumentos futbolísticos.
«El 2-0 es un resultado muy bueno, pero no va a cambiar para nada nuestro planteamiento. La eliminatoria está abierta, el rival tiene peligrosidad y somos conscientes de que tenemos que hacer un gran partido para pasar», afirmó Luis Enrique.
«El Arsenal es un equipo muy directo, no necesita elaborar en su campo para atacar, y sus transiciones y sus entradas desde segunda línea son peligrosas. En el primer partido lo resolvimos bien y también será importante hacerlo en éste», resumió sobre su rival el técnico español del Barcelona.
Esas armas, sin embargo, no le sirvieron al Arsenal para progresar en la FA Cup ni tampoco para recortar distancias respecto a sus antecesores en la liga doméstica. Al contrario. Tras 20 años en el cargo, Wenger parece cada vez más cerca de abandonar el banco del conjunto londinense, cuestionado como está el técnico francés.
Eliminar al vigente campeón europeo en octavos podría ser su tabla de salvación. Pero nada parece jugar a favor del galo.
Frente a las muchas bajas que presenta su equipo, el once del Barcelona está prácticamente al completo, con la única excepción de Gerard Piqué, que causará baja por sanción.
El francés Jérémy Mathieu cuenta con todos los números para sustituir al central catalán y formar junto al argentino Javier Mascherano en el eje de la defensa azulgrana.
El español Sergio Busquets y el uruguayo Luis Suárez, que descansaron ante el Getafe, regresarán a la alineación de Luis Enrique, que volverá a contar con su imponente tridente atacante, el más poderoso de Europa, y con el alemán Marc-André Ter Stegen para defender el arco azulgrana.
En el bando londinense, el regreso del chileno y ex azulgrana Alexis Sánchez al Camp Nou y la magia del alemán Mesut Özil alimentan las vagas esperanzas de una remontada que supondría toda una campanada.
El Barcelona parece imparable. El Arsenal, en caída libre. Pero, como recordó hoy Luis Enrique, «esto es fútbol y todo es posible».