Madrid/Barcelona/dpa
El Barcelona intentará conseguir mañana lo que parece imposible: protagonizar la mayor remontada en la historia de la Liga de Campeones de fútbol y eliminar al Paris Saint-Germain en la vuelta de los octavos de final de la máxima competición europea.
Ningún equipo consiguió hasta la fecha voltear un 4-0 adverso en la Copa de Europa y ese es el desafío de un planbtel como el del Barcelona, un equipo que lo consiguió casi todo en los últimos años y que ahora sueña con la gran gesta, con escribir una página inédita en la historia del fútbol.
Si no es así, uno de los grandes favoritos para ganar el torneo caerá en los octavos de final, en la primera ronda de las eliminatorias, algo inesperado hasta hace unas semanas y que podría considerarse como un fracaso para un equipo que no cae tan pronto desde 2007.
Delante estará un PSG que no es un equipo cualquiera. Así lo demostró en la ida, cuando barrió del campo a un Barcelona que pudo recibir incluso más goles si el arquero alemán Marc-André Ter Stegen no hubiera tenido una buena actuación.
Su entrenador, Unai Emery, demostró que sabe cómo desactivar el juego del Barcelona. Pero ahora se enfrenta a un nuevo reto: cómo contener a un equipo furioso que cree en el milagro. El Camp Nou será una auténtica olla a presión.
“Si uno nos hace cuatro goles, nosotros le podemos hacer seis. Pero no hay que volverse loco y pensar que hay que hacer un número de goles. No tenemos nada que perder y mucho que ganar”, aseguró hoy Luis Enrique, el técnico azulgrana.
En las últimas semanas, el Barcelona y su hinchada pasaron de la depresión a la fe en la remontada. Los últimos resultados alimentaron esas nuevas esperanzas y la afición azulgrana espera ver a un equipo similar al que el pasado sábado venció 5-0 al Celta de Vigo tras una gran exhibición.
Sin embargo, el PSG tiene armas suficientes para intentar contrarrestar el juego local. El entrenador español parece haber recuperado además a un jugador clave como Ángel Di María, autor de dos goles en la ida y ausente en los últimos dos partidos de los franceses por molestias físicas.
Al igual que Thiago Motta o Adrian Rabiot, que también eran duda, el argentino se incorporó al grupo de 23 jugadores que convocó Emery, en el que también destacan hombres como Marco Verrati o Edinson Cavani, otros de los destacados en la ida.
El objetivo del conjunto francés debe ser intentar resistir los primeros minutos, en los que se prevé un aluvión azulgrana, y luego procurar marcar un tanto que obligaría al Barcelona a hacer seis para intentar pasar la eliminatoria.
El Barcelona no tiene bajas notables y acudirá a la cita con su equipo más reconocible, que incluye a Sergio Busquets, Andrés Iniesta, Lionel Messi, Luis Suárez o Neymar. La mayor duda es saber quién completará la línea del centro del campo, con opciones para André Gomes, Rafinha e Ivan Rakitic.
En principio, Emery propondría una alineación muy parecida a la que goleó al Barcelona hace tres semanas en el Parque de los Príncipes.