Berlín/Alemania/AFP
El Bayern de Múnich no es un club como los demás. Cuando acaricia un posible doblete Liga-Copa, con la final de esta última competición hoy en Berlín contra el Leipzig, los rumores sobre un despido del entrenador, Niko Kovac, siguen contaminando el ambiente en torno al ‘Rekordmeister’.
– El caso Kovac –
Aunque es verdad que las especulaciones son alimentadas por los medios de comunicación, los dirigentes del Bayern, desde hace tres semanas, no han hecho nada para detenerlas. Más bien todo lo contrario.
Preguntado sobre el futuro del entrenador croata, el presidente del directorio del club, Karl-Heinz Rummenigge, repitió en dos ocasiones que «en el Bayern nadie tiene el puesto garantizado». Con el título de campeón de la Bundesliga en el bolsillo y clasificado para la final de la Copa, se esperaba un discurso un poco más caluroso.
Thomas Müller, vicecapitán del equipo, se mostró irritado por la «miserable polémica» en torno a Kovac, y grandes voces del fútbol alemán, como Matthias Sammer y Lothar Matthäus le dieron su apoyo. El pasado sábado, con la conquista del campeonato en el Allianz Arena, el público coreó su nombre.
– El «especialista» –
Por su parte, Kovac elude este debate. Su objetivo es lograr el doblete y, de paso, consolidar su reputación de «especialista de la Copa».
La final contra el Leipzig será su tercera consecutiva: con el Eintracht de Fráncfort cayó en el Estadio Olímpico de Berlín en 2017 frente al Borussia Dortmund (2-1), antes de dar la campanada el año pasado al privar al Bayern del doblete (3-1), poco antes de sentarse en el banquillo bávaro.
Además puede convertirse en la segunda persona que gana la Copa de Alemania como jugador y como entrenador con el mismo equipo.
«Soy un luchador», respondió cuando le preguntaron por su secreto. «Para mí, no existe el miedo, solo la felicidad de saber lo que podemos conseguir. Al parecer me las arreglo para transmitírselo a mis jugadores en estos partidos».
El sábado «tendremos que darlo todo», apuntó.
– El último de ‘Robbéry’ –
Una victoria del Bayern supondría la mejor despedida a dos de los jugadores más emblemáticos del club en la última década: Arjen Robben (35 años) y Franck Ribéry (36).
En este final de temporada han actuado habitualmente como suplentes, entrando en los finales de los partidos en sustitución de la pareja Kingsley Coman-Serge Gnabry. Kovac ya ha dicho que querría hacerlos jugar.
Se puede suponer que, si el partido marcha bien para el Bayern, el público del Olímpico asistirá a la última actuación del mítico dúo ‘Robbery’.
– El ambicioso RB Leipzig –
Más allá de levantar su 19ª Copa germana, el objetivo del Bayern de Múnich es reafirmar su supremacía en el fútbol alemán frente a un recién llegado que muestra abiertamente su intención de convertirse en un rival nacional: el RB Leipzig.
El pasado 11 de mayo ambos conjuntos empataron 0-0 en un partido de la Bundesliga en el que el Bayern habría conseguido el campeonato de haber vencido.
Ambas escuadras afrontarán el duelo de manera totalmente diferente. «Para algunos de nuestros jugadores será el partido más importante de su carrera», dijo Ralf Rangnick, técnico del RB Leipzig.
El club fundado por Red Bull hace diez años quiere levantar su primer título, tres temporadas después de alcanzar la primera división. Conseguirlo contra el Bayern sería, sin duda, muy simbólico.