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Berlín/dpa
El Bayern Múnich viaja a Leverkusen pensando en realidad en el Real Madrid. Con la Liga alemana prácticamente en el bolsillo gracias a una ventaja de diez puntos sobre el segundo Leipzig, el equipo dirigido por Carlo Ancelotti ve el partido del sábado ante el Bayer como un mero compromiso en la lucha por el quinto título consecutivo.
El verdadero desafío viene tres días después, cuando tenga que lograr algo que parece imposible: ganarle al Real Madrid en el Santiago Bernabéu para no vivir de nuevo la frustración de quedar eliminado en la Liga de Campeones europea, tarea hercúlea después de la derrota 2-1 en casa, que dejó al equipo dudando de si mismo por primera vez en la temporada.
«No estamos satisfechos, por supuesto, pero creo que los jugadores están en condiciones de mostrar una buena reacción», sentenció hoy Carlo Ancelotti, el entrenador, desparramando optimismo cuando en realidad tiene motivos para estar preocupado.
Sabe que un triunfo en Leverkusen levantará la moral de todos, pero la ristra de ausentes es larga. Está sin los lesionados centrales Jerome Boateng y Mats Hummels y el goleador Robert Lewandowski no puede jugar por sanción. Los tres no juegan en Leverkusen y son inciertos para el Bernabéu, donde tampoco estará Javi Martínez, expulsado en el partido de ida. En Madrid, la dupla de centrales podría llamarse David Alaba y Joshua Kimmich.
La fecha 29 de la Bundesliga se disputara sábado y domingo bajo redobladas medidas de seguridad, después de la conmoción sufrida el martes en Dortmund, cuando los jugadores del Borussia, que se aprestaban a jugar contra el Mónaco por la Champions, fueron atacados con tres explosivos. Sólo hubo un herido, Marc Bartra, pero la preocupación por lo que pasó está muy metida en el equipo.
Dortmund, que va cuarto en la tabla y necesita un triunfo en casa ante Eintracht Frankfurt (con el ecuatoriano Andersson Ordoñez y el español Jesús Vallejo) para no perder el paso en la clasificación al fútbol internacional de la próxima temporada.
Una buena noticia ayudará al Dortmund «a volver a tener la alegría de poder jugar al fútbol y sacarse el peso de lo que pasó», como lo explicó el entrenador Thomas Tuchel: vuelve una de sus figuras, Marco Reus.
El segundo en la tabla, el sorprendente Leipzig, recibe al Freiburg, en un duelo de equipos que apuestan por la ofensiva, por lo que promete ser entretenido. Leipzig sigue esperanzado de que el Bayern Múnich caiga y pueda acortar la diferencia de diez puntos.
Otra de las grandes sorpresas del torneo, Hoffenheim, el tercero, recibe en casa al peligroso Borussia Mönchengladbach.
La mayoría de los partidos, sin embargo, estarán centrados en la lucha contra el descenso, ya que la diferencia de puntos entre siete equipos no es tan grande.
El último en la tabla, Darmstadt recibe al Schalke ya casi sin esperanzas de salvar la categoría: tendría que ganar prácticamente los seis partidos que le quedan.
Ingolstadt, anteúltimo, se oxigenó con tres victorias consecutivas y quere agregar una más en su racha, esta vez en casa del alicaído Wolfsburgo, uno de los que están en peligro de caer en puestos de descenso.
Augsburgo recibe a Colonia y el Mainz, que lleva cinco partidos perdiendo, recibe al Hertha Berlín. En el norte, el Werder Bremen juega el clásico regional contra el Hamburgo.
