Daniel Trujillo/@Datrusa
En entrevista con Transparencia Activa, and el presidente del Banco Central de Reserva, ampoule Óscar Cabrera, explica cómo el país mantendrá un crecimiento económico positivo debido a las inversiones públicas y privadas que se materializarán en el territorio. Asegura que si El Salvador pasa de utilizar el 58% de su capacidad instalada al 80%, la realidad fuera otra.
La economía de El Salvador no volverá a tener crecimientos negativos y se mantendrá en un promedio del 2.8% durante los próximos cinco años.
Así lo aseguró el presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Óscar Cabrera, a Transparencia Activa quien prevé un futuro prometedor del país, ya que se materializarán varias inversiones públicas y privadas que conjuntamente harán que el país ingrese a un círculo virtuoso.
Cabrera afirmó que los indicadores muestran a un país que se recupera y que llegará al punto de crecer más del 3% en 2017.
El titular del BCR es un economista de profesión y tiene 25 años de trabajar en la institución y en la entrevista comenta que parte de la solución de la economía salvadoreña es que la capacidad instalada pase del 58% al 80%, con lo que se lograría “fácilmente” crecer a tasas por arriba del 4%.
“Pero acá, sí necesitamos fomentar ese diálogo privado-público para ir eliminando todos esos cuellos de botella”, subrayó el funcionario.
-¿Cuál es el estado actual de la economía salvadoreña?
Hemos empezado a divulgar cuáles serán las perspectivas de crecimiento económico para este año, que las situamos alrededor del 2.2%. Estas previsiones económicas se apoyan con las estadísticas básicas al mes de junio. El Banco Central, en la coyuntura, maneja alrededor de 200 series estadísticas y con las que sustentamos las perspectivas.
-¿El país logrará crecer en un 2.2% en 2014?
Hemos cambiado el enfoque de análisis del crecimiento, partiendo desde la demanda. Esto es un enfoque metodológico que es el gasto que se hace en la economía la que determine el proceso productivo y las empresas se adecuan a las demandas de gasto que hay en la economía. Para mencionar, el 89.9% del Producto Interno Bruto lo representan los gastos de consumo final y son los que tienen los hogares de El Salvador y nuestras perspectivas son muy positivas por lo siguiente: por un lado, a la economía salvadoreña, hasta en junio, se le han adicionado $2,460 millones que van a incorporarse en el ingreso disponible de los hogares.
Estas remesas familiares han crecido 8%, respecto a 2013 en el mismo período que apenas creció un 0.6%. Otro elemento que nosotros destacamos en el gasto de los hogares es el crecimiento del crédito. El crecimiento del crédito al sector privado está creciendo a una tasa de 9.7% al mes de junio; también hemos incorporado algunos indicadores cualitativos que publica FUSADES, en los cuales, los índices de percepción de consumidor nos están diciendo que hay expectativas positivas para consumir este año.
Otro elemento que adicionamos para estimar la demanda de la economía o el gasto total es cuánto representa el gasto del gobierno, que este está alrededor del 9% y se va a reducir en -4.2% al mismo período de junio. Pero vemos que el gasto de los hogares compensa en demasía la reducción del público.
-¿Cuál gasto público se reduce?
Nos referimos al gasto en bienes y también en transferencias. Ha habido una eficiencia en lo que es el subsidio al gas propano y esto ha hecho posible la reducción de las transferencias. Por otro lado, otro elemento importante es la inversión privada, es decir, la inversión la define el Banco Central como aquellos productos que se compran para producir otros bienes, como la maquinaria, camiones, obras de infraestructura. Los indicadores nos están diciendo que el crédito empresarial está creciendo a 5.7% a junio y además hemos incorporado nuevos proyectos de inversión, alrededor de $140 millones que se están realizando este año.
Hablamos de que la empresa Kimberly Clark está cometiendo inversión de $42 millones y hemos calculado el porcentaje del total que se va a desembolsar este 2014. También, Hanes Brand con $25 millones, así como la ampliación de Aeromán y otro conjunto de empresas que nos dejan expectativas positivas para la inversión privada.
La iniciativa del Presidente Sánchez Cerén es que ha delegado al Vicepresidente Ortiz como comisionado presidencial de la inversión pública y privada. Esperamos que la ejecución de la inversión pública, que es del 60%, se eleve al final del año hasta el 70% u 80%.
-¿La economía salvadoreña se ha estancado, como lo dicen organizaciones como FUSADES?
FUSADES evalúa un conjunto de indicadores de naturaleza cualitativa, ellos calculan las encuestas de opinión. El BCR maneja un conjunto de indicadores cuantitativos, sin embargo, FUSADES utiliza el IVAE (Índice del Volumen de la Actividad Económica), un indicador que el BCR calcula que nos dice si la producción bruta crece o no, y al mes de junio la producción bruta está creciendo 1.4%, pero el enfoque del BCR es de la perspectiva de la demanda.
Si se expanden los gastos de la economía, el proceso productivo tiene que irse adecuando a los requerimientos de mayor compra de bienes y servicios, esto no lo va a hacer con una expansión automática del proceso productivo, sino que utiliza todos los inventarios que tienen de los años anteriores y son los inventarios la variable de ajuste entre la demanda y la oferta.
-¿Qué pasa en el país para que ya no se registren crecimientos negativos desde el 2009?
En el 2009, cuando fue la recesión de la economía salvadoreña, fue el gasto del gobierno lo que pudo mantener la demanda, ¿por qué? La expansión del gasto del gobierno hizo posible que se compraran bienes y servicios a las empresas nacionales y mantuvieron los empleos y sus salarios, esto generó el ingreso disponible de los hogares.
Esto dio lugar a lo que se conoce como una política fiscal activa, y que es comprensible que esa política fiscal activa de gasto público tienda a ir disminuyendo conforme a los gastos de los hogares. Conforme a la inversión privada empieza a expandirse, eso se llama política fiscal anti cíclica, y trata de estabilizar los ciclos de recesión y los ciclos de expansión.
Dentro de los estudios del BCR hemos planteado una política pública de transformación productiva y pretende enrumbar la productividad del trabajo, porque es el principal determinante de un crecimiento económico sostenido en el largo plazo.
Acá nosotros hemos determinado que esta trampa de bajo crecimiento que se encuentra la economía salvadoreña es porque crecemos a tasas de 1.9% en los últimos diez años, y la única vía para superar es eliminar la subutilización de las plantas industriales de la capacidad instalada. La economía salvadoreña, como un todo, solo utiliza un 58% de su capacidad instalada, significa que tenemos casi un 62% de la planta industrial sin utilizar.
¿A qué se debe esto?
El problema de la ineficiencia del proceso productivo es que hay una subutilización de la capacidad instalada y también de la población económicamente activa. Tenemos un millón de personas que sufren de subempleo o que no tienen empleo. ¿A qué se debe esto? A múltiples factores: tenemos baja productividad laboral, excesiva burocracia, falta de acceso a financiamiento, insuficiencia en programas de formación para los sectores productivos, los costos asociados a la violencia.
-La CEPAL afirma que el país está en un proceso de recuperación, ¿estamos en esa situación?
Nosotros ya hemos sobrepasado los niveles de producción previos a la crisis de 2008 y esto ha sido posible gracias a la expansión de los componentes del gasto. Estamos en un proceso de recuperación económica, de expansión del crecimiento económico y esperamos que en este quinquenio el crecimiento se alce alrededor del 2.8%. Esto motivado por $626 millones de inversión pública y privada derivada, por un lado, también por echar andar el FOMILENIO II, inversiones privadas y nuevas inversiones alternativas, como de energía renovable.
-¿Es poco ese 2.8% en promedio en estos cinco años?
Hemos estimado que si la capacidad instalada de la economía salvadoreña del 58% se sube al 80%, esta economía fácilmente puede crecer a tasas por arriba del 4%. Pero acá sí necesitamos fomentar ese diálogo privado-público para ir eliminando todos esos cuellos de botella.
-¿Cuáles son los sectores económicos que deben aportar más a la economía?
Dentro del programa de transformación productiva hemos encontrado alrededor de seis sectores industriales que tienen una característica: presentan ventajas comparativas en el mundo, tienen altos niveles de productividad y una empresa que tiene altos niveles de productividad también va a pagar mejores salarios. Estos sectores son la industria textil, la química, la plástica, la aeronáutica, la electrónica, los servicios empresariales a distancia. También hay un gran sector, que es el de la agroindustria, que tiene ventajas comparativas en el mundo, pero que necesita integrarse a las cadenas de valor de los sectores industriales nacionales.
-¿Qué se le espera a la economía salvadoreña en los próximos cinco años?
El Banco es una institución muy responsable, nosotros manejamos previsiones con el fuerte componente inercial de la economía. Si se desencadenan todos esos procesos inversores, las perspectivas económicas son muy halagüeñas. Esperamos que con estas nuevas inversiones estar finalizando por el 2017 con tasas de crecimiento del 3.1% y que nos lleven a romper esta trampa de bajo crecimiento económico.